Con la mirada fija y el semblante serio, Bruno Marioni conversó a solas con Depor hace aproximadamente cuatro meses y fue muy tajante cuando se le preguntó sobre la autonomía que tiene para trabajar en Alianza Lima. “En el momento que yo reciba una orden con la que no esté de acuerdo, será el último día en que yo trabaje para Alianza Lima. Yo me debo a Alianza Lima (...) y trataré de hacer y de tomar las decisiones correspondientes para la mejora de Alianza Lima”, aseveró en su momento, como adelantándose a algo que finalmente ocurrió en julio. El argentino fue fiel a su palabra y renunció a su cargo como director de Fútbol Profesional, pues sintió que interfirieron en su labor de elegir al nuevo entrenador del club. No obstante, cual historia sin guion preestablecido, el panorama cambió el último lunes ya que la Gerencia General no aceptó su dimisión, algo que no hizo más que atizar la incertidumbre que por estas horas impera en La Victoria.
Todo este caos que se vive alrededor de Alianza Lima era inimaginable a comienzos de este mes, cuando arrancaron el Torneo Clausura con dos triunfos al hilo y una sensación de que con los resultados positivos iba a ser más fácil trabajar en consolidar el funcionamiento colectivo del equipo. Sin embargo, en el fútbol las ecuaciones no funcionan de manera lineal si de por medio hay un clásico donde se juegan más que tres puntos. La derrota a manos de Universitario de Deportes (2-1) desencadenó una seguidilla de sucesos que ensombreció el camino de los blanquiazules en esta segunda etapa del campeonato nacional. La salida de Alejandro Restrepo solo fue el comienzo, porque después de eso, con Marioni todavía a cargo del área deportiva, el nombre de Cristian Díaz apareció desde Argentina para convertir en un lío lo que parecía ser una solución.
Las negociaciones con Díaz tomaron más fuerza el sábado, el mismo día que se anunció públicamente la desvinculación de Restrepo y la resaca de la derrota del viernes empezaba a hacer efecto. Cuando el nombre del nacido en Florencio Varela retumbó en Lima el domingo, las redes sociales hicieron lo suyo y los hinchas ‘íntimos’ se manifestaron en contra de su contratación para hacerse cargo de lo que resta de la temporada. Cual efecto dominó, desde los altos mandos de Alianza Lima trataron de frenar las negociaciones pero estas ya estaban muy avanzadas, hasta tal punto que el propio estratega había gestionado en tiempo récord su renuncia del Deportivo Morón, club en donde trabajó hasta este fin de semana.
Aquí es donde se generó el primer cortocircuito con Bruno Marioni, que sintió una intromisión en su trabajo y no dudó en dar un paso al costado. Pero mientras en nuestra capital los líos internos en Alianza Lima no estaban del todo claros, desde Argentina Cristian Díaz reclamaba los pasajes que le prometieron para asumir el buzo del primer equipo, después de haber aceptado la propuesta formal con una firma de por medio. Y es en este punto donde solo una parte ha salido a dar su versión de los hechos, ya que desde la institución victoriana hay un silencio respecto a este asunto y deportivamente el plantel está enfocado en el partido de hoy contra Unión Comercio, con Diego Ortíz –DT de la Sub-17– como técnico interino.
En una entrevista exclusiva con Depor, Cristian Díaz evidenció su indignación y reclamó lo que para él es justo, alegando que hay un documento firmado que lo avala. “Yo te pregunto: ¿qué harías en mi lugar? Imaginemos este escenario: te llega una propuesta laboral, con las cláusulas, con premios, con la duración de la misma, que llega firmada por el club. Te piden que la firmes y la remitas a un correo electrónico determinado. Te piden la renuncia de tu lugar anterior para que sea efectivo que aceptas la oferta laboral. Y haces todo eso, y luego te pasa esto que no te envían los pasajes, se enfría el tema; entonces, ante esta situación, si esa fuera la situación, ¿qué harías?”, comentó.
La situación parece ser más compleja de lo que aparenta, por más que en Alianza Lima no haya una voz que salga a defender los intereses del la institución. Como cereza al pastel, Díaz no quiso referirse a Bruno Marioni. “No tengo por qué llamarlo, si el que me tiene que enviar los pasajes es Alianza, y si no lo quieren mandar bueno ya empezamos a rondar lo que es una estafa, claramente. Soy un tipo que tengo los testículos bien puestos; fui al club que tenía que renunciar, puse la cara. Tomo decisiones y afronto situaciones y no reniego de lo que pasa. Acierto, me equivoco pero sé hacer las cosas bien”, enfatizó.
¿Y ahora qué?
Poniendo en orden los hechos que sobrevinieron después de la derrota en el clásico, mientras Alejandro Restrepo quedó al margen de todo y se marchó con el sinsabor de no haber podido concretar las cosas buenas que por ratos mostró su 3-5-2, Bruno Marioni sigue como director de Fútbol Profesional y deberá trabajar en la elección del próximo entrenador de Alianza Lima. Eso sí, en algún momento de toda esta novela, desde La Victoria tendrán que sentar su postura sobre lo ocurrido con Cristian Díaz, quién seguramente seguirá insistiendo en defender el trabajo por el que alega haber firmado.
Por otro lado, aunque el nombre de Pablo Bengoechea empezó a tomar fuerza en las últimas horas, todo es incierto en La Victoria y el mejor ejemplo está en lo que hemos visto desde el sábado hasta hoy. Lo único real es que quien tome este fierro caliente, deberá tener la espalda ancha para soportar las exigencias de una hinchada sedienta de gloria después de sentir que los primeros meses de la temporada se fueron al tacho. El Torneo Clausura todavía tiene 14 jornadas por delante y nada está perdido. Pero mientras se hable de líos contractuales, salidas, renuncias y cualquier otra cosa que no tenga que ver con un balón de fútbol, el sendero hacia un posible título nacional será cada vez más pedregoso.
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