El mundo ha quedado en shock luego que un organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmara que el uso del talco en la piel humana puede ser altamente cancerígeno, por lo que debes tener mucho cuidado, ya que este producto se emplea en el cuerpo de adultos, pero sobre todo de bebés.
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El talco, "probablemente cancerígeno"
Todo sucedió con un informe publicado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), dependiente de la OMS, aseguró que el talco es "probablemente cancerígeno para los humanos", conclusión a la que llegó luego del análisis hecho por 29 expertos y que está próximo a ser publicado en The Lancet Oncology el 2025.
Los estudios han probado una mayor incidencia de casos de cáncer en ovarios cuando estos polvos son aplicados en la región del pubis y ano, habiendo pruebas "fuertes" que indican la presencia de cancerígenos en células humanas primarias y sistemas experimentales.
De hecho, la IARC divide los productos cancerígenos en cinco grupos (1, 2a, 2b, 3, 4). El primer grupo está conformado por los que evidencian potencial cancerígeno relativamente fuerte (tabaco, alcohol o carne procesada como embutidos).
¿Por qué el talco sería cancerígeno?
El talco, por su parte, se encuentra en el grupo 2B, que es el tercer nivel más alto en probabilidades de producir cáncer. Aquí encontramos productos donde hay evidencia limitada en humanos, como son también: café, aloe vera, plomo, naftalina.
La composición del talco implica un riesgo adicional, especialmente, en las versiones que llegan al gran público, pues pueden estar contaminados con asbestos, los cuales son probadamente cancerígenos (durante su producción como para los consumidores).
De hecho, según la IARC, el asbesto es cancerígeno para los humanos porque provoca mesotelioma y cánceres muy violentos como el de ovarios, laringe o pulmón.
¿Desde cuándo se sabe que el talco sería cancerígeno?
Este pleito comenzó en agosto de 2022, cuando Johnson & Johnson retiró su talco en todo el mundo, un año después (2023) retiraría la versión para bebés en Estados Unidos y Canadá tras recibir denuncian que aseguraban que su producto producía cáncer.
La solución de J&J fue poner en el mercado almidón de maíz, pese a que la farmacéutica aseguró que su producto no tenía dicho efecto y que fue presa de un total de 38 mil demandas.
Sin embargo, estas afirmaciones de Johnson & Johnson contrastan con la investigaciones de 2018 que aseveran que la multinacional tenía conocimiento de efectos mortales de su talco, principalmente, por contener asbesto.
Y, si retrocedemos un año antes, en 2017, un tribunal de Los Ángeles condenó a esta empresa con pago de 417 millones de dólares responsabilizándolos por vender un producto causante de provocar cáncer de ovario terminal en una mujer de 63 años.