La sorpresa fue tan grande que tuvo que ser el primer oro en la historia de Singapur. Joseph Schooling impuso un nuevo récord olímpico en la que pudo ser la prueba más cerrada en los 100 metros mariposa.
Inmediatamente las redes sociales se llenaron con una foto del nadador, quien hoy tiene 21 años, cuando apareció con Michael Phelps en 2008. La noche del viernes 12 de agosto le negó a su entonces ídolo su oro 23, tal vez el último que disputará de forma individual.
El público volvió a llenar las tribunas esperando una guerra entre el estadunidense, el sudafricano Chad Le Clos y el húngaro László Cseh, era una de las finales que ofrecía una competencia más cerrada. El pronóstico no falló.
Los tres estelares dieron una gran carrera, Phelps desde el remoto carril 2 mantenía la presión sobre Cseh, quien parecía llevar una ligera ventaja. El cierre fue tan intenso que terminaron con un triple empate en la plata con 51.40.
Schooling y Phelps recordaron la foto; "yo estaba haciendo mi ensayo para la clase de chino y los chicos nos dijeron que estaría en el club, recuerdo muy bien esa mañana", dijo el medallista áureo tras la carrera, y Michael agregó: "el campo estaba lleno de changos que se robaban nuestras barras energéticas, fue muy divertido".
El nuevo campeón, quien nada para la Universidad de Texas, también recibirá un bono de 740 mil dólares por parte de su gobierno y habló sobre el momento; "necesito unos días para asimilarlo. No recuerdo bien lo que pensaba durante la carrera, pero todos estaban tan enfocados en Michael que yo solo decidí apegarme a mi plan".
El podio, con los tres en la plata, ya era poco habitual, pero decidieron tomarse de la mano durante la premiación; según el húngaro, fue idea de LeClos. "Nos hemos enfrentado durante mucho tiempo y somos buenos amigos, era algo bueno que debíamos hacer", relató.
Phelps fue categórico ante la insistencia de completar otro ciclo olímpico. "No, no voy a hacer esto otros cuatro años. Estoy listo para retirarme", respondió y justificó su decisión; "quiero pasar tiempo con Boomer (su hijo) y Nicole (su esposa). Nadé aquí porque no quería pensar, '¿y si lo hubiera hecho en 20 años?' Pero ya me lo demostré".
El máximo medallista en los registros olímpicos reconoció que no se iba feliz de haber perdido su última carrera, pero orgulloso de lo que consiguió Joseph, así como de su compatriota Katie Ledecky, quien sin aún entrar a la universidad ha roto 13 récords mundiales; "yo era un chico con un sueño, quería cambiar el deporte de la natación y creo que con personas como ellos lo estamos logrando".
A Phelps solo le resta la prueba de 4x100 combinado la noche del sábado y luego, como sentenció, "estaré en Tokio, pero no voy a competir en Tokio".