La selección de Portugal avanzó a los cuartos de final de la Eurocopa 2024 en un emocionante duelo ante Eslovenia. Los momentos más importantes fueron los finales, en los que Pepe tuvo un falló terrible, Diogo Costa le tapó un mano a mano a Sesko, Cristiano Ronaldo falló un penal y, en la definición de los 12 pasos, el golero del Porto se lució bloqueando tres penales consecutivos.
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Fue un duelo que mantuvo a la afición de pelos de punta y resultó con un claro responsable de la victoria. Pero, este heroísmo de Costa, la figura del partido, trae a la mente el recuerdo inminente del arquero Ricardo Pereira, quien en la Euro 2004 se quitó los guantes pata tapar un penal y convertir el gol de la victoria.
La historia
Portugal era local en aquella Eurocopa y tenía un equipo sumamente competitivo, con un joven Cristiano y Figo por las bandas, Deco y Maniche en el mediocampo y Pedro Pauleta de ‘9′, aunque también tuvieron buenos ingresos desde el banco Helder Postiga, Simao y Nuno Gomes, el titular ante Inglaterra. Todos eran figuras de sus equipos: Real Madrid, Porto, PSG y Manchester United. Deco recién había sido traspasado al Barcelona.
El fútbol de esta selección dirigida por el campeón del mundo Felipe Scolari era de un toque exquisito. Un fútbol muy rápido y preciso desde el centro hasta los costados. Los laterales de aquel conjunto, Miguel y Nuno Valente, también jugaron un papel destacado.
El partido que se llevó a cabo en el estadio del Benfica comenzó de patas arriba los lusos. Solamente a los tres minutos, Michael Owen se encontró un balón en el área y definió de cachetada, con la parte externa del pie, sorprendiendo a Ricardo.
Pese a los punzantes ataques de los portugueses, no pudieron igualar el duelo hasta los 83 minutos gracias a un cabezazo de Postiga. Lo ánimos cambiaron cuando, ya en tiempo suplementario, Rui Costa condujo el balón desde la mitad de la cancha, hizo un amague al borde del área y sacó un derechazo para poner el 2-1.
Sin embargo, faltando cinco minutos para el final abosoluto, Frank Lampard sacó una media vuelta tras un corner y empató la contienda. Llegó la hora de los penales.
David Beckahm, uno de los mejores exponentes de la pelota parada, falló su disparo de forma increíble. Mandó el balón a las nubes al conectar de una forma extraña. El panorama pintaba bien para los lusos, Deco y Simao anotaron, hasta que Rui Costa erró su tiro también.
La frialdad de Postiga y la ‘locura‘ de Ricardo
La tanda de penales se alargó. El lateral Ashley Cole puso en ventaja a los ingleses, ante el triste lamento de Ricardo. Si fallaba Portugal quedaba eliminado. Pero fue el turno de Postiga, quien con un corazón de hielo picó la pelota y nuevamente empató. Este acto llenó de confianza a los locales, según se aprecia en las imágenes de la UEFA.
Parece que la tensión de este último momento colmó la paciencia de Ricardo. El portero pensó, de extraña manera, que sin la protección para las manos podría hacer un mejor papel y defender su arco: decidió quitarse los guantes para atajar. Cabe recordar que, hasta el momento, el golero no había tapado ni un solo tiro.
Fue así como llegó el turno de la estrella del Aston Villa, Darius Vassell, un acróbata del gol. Aunque, esta vez, su disparó salió medio mordido hacia la derecha. Ricardo adivinó la dirección y logró desviar la pelota con sus manos limpias. Cómo olvidar el festejo de arquero mirándose las manos, dirigiéndose a la tribuna.
No contento con ello, el guardameta tomó el esférico para patear el siguiente penal que, si lo convertía, era el último. Sin titubear ni demorar, se paró delante del punto y pateó casi de manera instantánea abajo hacia la izquierda, inalcanzable para David ‘Calamidad’ James.
La alegría en ese momento fue desbordante. Todos los portugueses corrieron en búsqueda de abrazar al héroe Ricardo, quien había salido disparado para celebrar el pase a la semifinal que le acababa de dar a Portugal.
“Hay que entrenarse mucho y tener confianza dentro del campo cuando se afronta un penalti. Pero cada uno es diferente y no se consiguen parar todos”, declaró Ricardo algunos años después en una entrevista con el Diario de Sevilla.
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