Tras su eliminación a manos del Paris Saint-Germain, en los cuartos de final de la Champions League, el FC Barcelona se encuentra en una posición peculiar, fuera de toda competencia internacional, pero con un ojo puesto en la Europa League y otro en el futuro incierto de la próxima Liga de Campeones. Y es que en un giro inesperado, la UEFA ha anunciado cambios significativos en el formato de la competición europea, alterando la manera en que se determinará la composición de los bombos para los sorteos. Y uno de los cambios más destacados en la ‘nueva Copa de Europa’ será la modificación en la forma en que se clasifican los equipos en los potes.
Hasta esta temporada, el bombo 1 estaba reservado para los campeones de las principales ligas, así como para los ganadores de la Champions League y la Europa League anteriores. Sin embargo, a partir de ahora, los bombos se decidirán exclusivamente en función del coeficiente UEFA de los últimos cinco años de cada equipo.