Los dos puntos están considerados especialmente vulnerables en caso de un posible atentado terrorista, por su simbolismo y por el elevado número de visitantes que reciben: una media de 15.000 y 4.500 por día, respectivamente.
La presencia de los militares se ha visto acompañada de la instalación de arcos de detección de metales con rayos X, tras una petición del secretario de Seguridad del Estado de Río de Janeiro, Mariano Beltrame.
El dispositivo de seguridad de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que arrancan este viernes, es el más grande de la historia con 85.000 agentes, el doble de los que hubo en Londres 2012.