Tras la dolorosa eliminación en los cuartos de final de la UEFA Champions League frente al PSG, instancia a la que no llegaba desde el 2020, el FC Barcelona se encuentra en una encrucijada. Joan Laporta, presidente del club, enfrenta un desafío monumental mientras planifica la próxima temporada (2024-25). Con los sueños de gloria europea desvaneciéndose y los ingresos esperados de competiciones como el Mundial de Clubes ahora fuera de su alcance, el cuadro catalán se encuentra en una situación financiera complicada que requiere medidas drásticas y decisiones estratégicas.
Una de las primeras tareas en la agenda de Laporta es encontrar un reemplazo para el banquillo. Con la necesidad de ajustarse a un presupuesto corto, el club buscará un entrenador ‘low cost’ capaz de liderar al equipo en tiempos difíciles. Sin embargo, la mayor preocupación radica en equilibrar las cuentas y generar ingresos adicionales. Esto conlleva la posibilidad de vender a jugadores clave.