El comienzo de año no cumplió con las expectativas de la afición azulgrana en el aspecto deportivo. Para mediados de enero, el Barcelona ya había perdido la Supercopa de España ante su archirrival, el Real Madrid, y apenas una semana más tarde, fue eliminado de la Copa del Rey por el Athletic Club. Su desempeño también puso en riesgo sus aspiraciones en LaLiga. Sin embargo, en un progreso de seis semanas, el conjunto blaugrana logró revertir su situación crítica, pasando de luchar por mantenerse en la cuarta posición de su liga local a ocupar la segunda, manteniéndose en la contienda por el título y, en el plano continental, aseguró su lugar en los cuartos de final de la Champions League.
Desde que Xavi Hernández anunció su partida al final de la temporada después de la derrota ante el Villarreal el 27 de enero, el ascenso y cambio de la escuadra culé comenzó. Desde entonces, el Barcelona ha logrado siete victorias y tres empates. El propio entrenador expresó que su anuncio también tenía como objetivo aliviar la presión sobre los jugadores.