El Real Madrid ha sido testigo de innumerables leyendas a lo largo de su historia, desde los tiempos dorados de Alfredo Di Stéfano y Ferenc Puskas hasta las épocas más recientes con Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos. Pero más allá del brillo de las estrellas, el vestuario merengue se ha convertido en un escenario de otro tipo de batalla: la lucha entre las dos grandes marcas deportivas del mundo, Nike y Adidas, por el dominio en el terreno de juego y en el mercado publicitario. La próxima temporada, Chamartín albergará a dos iconos de estas firmas: Kylian Mbappé, embajador de Nike, y Jude Bellingham, figura de Adidas. Este enfrentamiento no solo representa la rivalidad entre dos jugadores excepcionales, sino también entre dos imperios del deporte.
Mbappé ha sido una máquina de ingresos para la marca desde que firmó un lucrativo contrato en 2019 por 157 millones de euros durante 10 años. Con la potencia de la selección francesa respaldando sus actuaciones, las ventas de camisetas de Nike se han disparado cada vez que ha llevado el laureado uniforme de Les Bleus.