En una declaración emitida a través de sus redes sociales, Paolo Guerrero (40 años) ha vuelto a expresar su firme decisión de no jugar por el Club Universidad César Vallejo (UCV), equipo con el que recientemente había firmado un contrato de dos temporadas. En las primeras horas de este sábado, se conoció que el jugador incluso ya había presentado su carta de renuncia ante los altos mandos de la UCV. Sin embargo, detrás de esta decisión aparentemente abrupta se esconde una preocupación mucho más profunda: la seguridad en Trujillo y el bienestar de su familia.
El delantero peruano compartió su angustia ante las amenazas de extorsión que ha recibido su madre, Doña Peta, y que han puesto en riesgo la vida de sus seres queridos. El ‘Depredador’ expresó que su determinación de rescindir su contrato con UCV se basa en la necesidad de proteger a su familia, una prioridad que está por encima de cualquier compromiso profesional.