La eliminación que América sufrió en las semifinales del Clausura 2023 frente a Chivas fue un duro golpe para todo el americanismo, aquel descalabro sembró el club: los aficionados estaban dolidos, el equipo se quedó sin entrenador y la directiva estaba obligada a dar golpes de timón para enmendar esa situación.
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Desde los despachos se entendió que la manera para cambiar la dinámica de los últimos torneos, en los que el club había caído en las instancias previas a la final, era a través de fichajes de jugadores que alimentaran la esperanza y potenciarán la base existente.
Aunque el club carecía de una cabeza visible la directiva inició las gestiones para contratar los refuerzos se buscaron futbolistas de alto perfil, uno de ellos Kevin Álvarez, pero el otro tenía que ser un jugador que fuera capaz de ganar partidos y aumentaran las posibilidades de ser campeón, un jugador de esos que valen mucho en el mercado, pero que en las instancias cruciales suelen dar un paso al frente.
El elegido fue Julián Quiñones, el entonces delantero colombiano de Atlas de Guadalajara, un tipo que en México ya había demostrado su capacidad y que llegaba con cuatro títulos de Liga en la espalda, un atacante desequilibrante en el mano a mano, con potencia física, pero, sobre todo, letal en el área enemiga.
Muestra su poder
Julián fue despedido de Atlas con todos los honores, el dos de julio viajó a la capital del país para enrolarse con América, llegaba a uno de los grandes desafíos de su carrera, pero el colombiano no necesitó tiempo de adaptación, no se refugió en pretextos ni coartadas y de inmediato asumió el compromiso para el que se le traía al cuadro de Coapa.
Julián se presentó con la playera de América el 15 de julio, en la cancha del estadio Azteca contra Puebla, desde ahí dio muestras de su calidad, eran los días en los que Henry Martín estaba lesionado y Jonathan Rodríguez seguía en proceso de rehabilitación, así que le tocó asumir de delantero centro, dio una asistencia para Kevin Álvarez y su ansiedad le llevó a perderse un par de acciones y le anularon un gol por fuera de juego; sin embargo, en la recta final del partido encontró el gol y tuvo un debut estelar.
A lo largo del torneo fue jugando en diferentes sitios, como nueve clavado, por detrás del centro delantero y también cargado a la banda izquierda, en cada posición buscó contribuir para el equipo, porque él tenía claro que su misión no era ser el delantero estelar sino un caudillo más en busca del campeonato.
Julián aparcó los egos personales, antepuso la causa colectiva, hubo días en los que no marcó, pero tampoco se estresó, porque se notaba su implicación en el juego y con sus compañeros.
Cuando Valdés se fue lesionado fue una de las basas ofensivas para Jardine, porque ya estaba convertido en un jugador acoplado al vestuario y en el césped su presencia ya intimidaba a los rivales.
Acabó la fase regular con 6 goles y 5 asistencias, para una colaboración directa en 11 anotaciones, pero llegaba la hora buena, ese torneo llamado Liguilla en el que tenía que ser un factor diferencial, y lo fue.
En la serie de cuartos de final marcó el primer gol en el juego de vuelta, un tanto que le dio tranquilidad a las Águilas. En la semifinal de ida contra el Atlético de San Luis convirtió un doblete, que ayudó para resolver la serie desde el primer compromiso.
En el juego de ida de la Final a él le hicieron la falta para el penal que puso en ventaja a los de Coapa. Y en el juego de vuelta contra Tigres, cuando el partido estaba en el alambre, acabó con los nervios del americanismo porque venció a Nahuel Guzmán. Julián abrió el camino para la 14, misión cumplida porque entregó resultados de inmediato.
El semestre más especial
Julián cerró el 2023 de la mejor manera, apenas hace unos días se convirtió en padre de una niña, redondeó un semestre en el que también concluyó con su naturalización y fue convocado a la Selección Mexicana.
El paisano se estrenó como atacante nacional el 17 de noviembre en la Nations League contra Honduras, y se perfila para ser un delantero que compita por un puesto en la próxima Copa América de 2024, el hecho de estar en América le garantiza un aparador más grande.
Julián Andrés Quiñones Quiñones, delantero mexicano del Club América, ha hecho historia al sumar ya cinco títulos de Liga en México; está a un campeonato de igualar a Gabriel Caballero como los jugadores no nacidos en México más ganadores. En 2024 apuntará a la 15.
Los momentos que marcaron el año de Julián Quiñones
Adiós de Atlas
Julio
Julián se despidió de los rojinegros con los que logró un histórico bicampeonato y se convirtió en figura.
Paisano
Octubre
El delantero ya había iniciado sus trámites de naturalización y recibió sus papeles que lo acreditan como mexicano.
Debut Tricolor
Noviembre
Fue convocado por Jaime Lozano para los juegos de Nations League contra Honduras y debutó en Tegucigalpa.
Campeón
Diciembre
En el duelo de ida provocó un penal y en la vuelta abrió el marcador que encaminó a las Águilas para lograr el título ante Tigres.
AVV