Este viernes, el derbi de Hamburgo fue el escenario de uno de los bloopers más sorprendentes de la segunda división de Alemania y del año en general. En el primer tiempo del partido, el portero de Hamburgo S.V., Daniel Fernandes, realizó un insólito autogol, pocas veces visto, para el 2-0 a favor de St. Pauli. Eso sí, a pesar de estar abajo en el marcador y haber hecho un gol en contra, el clásico de la ciudad terminó en un empate 2-2 tras las anotaciones de Robert Glatzel y Immanuel Pherai en la segunda mitad.
A los 26 minutos de juego de la etapa inicial, el guardameta portugués quiso salir jugando con sus defensores para aliviar la prisión rival; sin embargo, no salió como esperaba. Primero le pasó el balón a Stephan Ambrosius, quien se lo cedió rápidamente a su compañero de zaga, Guilherme Ramos, y este último decidió devolvérsela al arquero. Y en este preciso instante fue cuando ocurrió el blooper.