Simons aún es propiedad del PSG, que pagó cuatro millones de euros al PSV para recomprarlo y cederlo de nuevo, esta vez a una competición más potente como la Bundesliga y la Champions League
Cuando Xavi Simons salió del París Saint Germain en el verano de 2022 apenas había jugado once encuentros con su primer equipo, rumbo a su eclosión en el PSV Eindhoven, con 22 goles y 11 asistencias en 2022-23, consolidada ahora en el Leipzig con seis tantos y ocho pases decisivos más, para desafiar este martes al Manchester City por la primera posición del grupo G de la Liga de Campeones.
Son 28 goles y 19 asistencias en menos de un año y medio entre los dos equipos que, a sus 20 años, han acogido el esperado crecimiento del talentoso futbolista; el canterano del Barcelona que fichó después por el PSG, pero que debió salir también del campeón francés para reivindicarse, para alcanzar la dimensión que se intuía entonces y es una realidad ahora.
Aún es propiedad del París Saint Germain, que pagó cuatro millones de euros al PSV para recomprarlo este verano y cederlo de nuevo para este curso, esta vez a una competición más potente, a la Bundesliga alemana y a la Liga de Campeones, para refrendar el presente y el futuro del joven jugador que ya ha sido internacional diez veces con Países Bajos, el Mundial Qatar 2022 incluido.
No ha bajado el ritmo en el Leipzig. En 19 partidos, 18 como titular, a lo largo de 1.480 minutos, ha logrado seis goles y ha servido otros ocho.
También luce en el deslumbrante escaparate de la Liga de Campeones, con dos tantos y una asistencia, en el que, con la clasificación asegurada para los octavos de final, se propone más, hasta el primer puesto.
Lo hace en el estadio Etihad ante el Manchester City, el equipo del momento, el campeón de Europa la pasada temporada, el conjunto que atravesaba la mejor racha como local de todo el continente, con 24 victorias consecutivas en su territorio, hasta el 1-1 con el Liverpool de este sábado.
No hay más cálculos que la victoria para el Leipzig. Es la única fórmula que tienen el equipo alemán y Xavi Simons para terminar en la cima del grupo G. Eliminados Estrella Roja y Young Boys, el liderato es un pulso directo con el City. Al equipo inglés le basta con empatar. El bloque germano necesita ganar primero este martes para mantener sus opciones en la última cita.
La memoria reciente lo advierte: en sus dos últimas visitas a este estadio, el Leipzig recibió sendas goleadas; un total de trece goles en contra en 180 minutos, repartidos entre los 90 del 6-3 del 15 de septiembre de 2021 en la fase de grupos y el 7-0 del 14 de marzo de 2023 del encuentro de vuelta de los octavos de final, cuando Erling Haaland marcó cinco tantos.
Aún no había llegado Xavi Simons al Leipzig. Aún estaba en el PSV Eindhoven, en el que confirmó su valía.
Después de su fichaje por el París Saint Germain para el curso 2019-20, desde la cantera del Barcelona, su salto a la elite profesional aún exigió un camino más largo por las categorías inferiores, hasta su debut el 10 de febrero de 2021.
En la Copa de Francia, en treintaidosavos de final, a las órdenes ya de Mauricio Pochettino, se produjo su estreno oficial con el primer equipo del poderoso campeón francés. En el minuto 78 sustituyó a Julian Draxler. Jugó diez duelos más, todos con el técnico argentino, tres como titular, entre el citado 10 de febrero de 2021 hasta el 14 de mayo de 2022.
No había sitio para Simons en el PSG entonces, al fin de su contrato. A la siguiente campaña se marchó al PSV Eindhoven, con el que firmó hasta 2027. El club parisino se guardó una opción de compra. Y el futbolista despuntó de una manera nunca vista cuando encontró la confianza y la constancia en el equipo neerlandés, a través de un papel decisivo.
Su primer gol fue en su primer partido, en la Supercopa de Países Bajos, contra el Ajax. Al tercero dio una asistencia. Al cuarto añadió otros dos tantos más y un pase definitivo a Armando Obispo. Al sexto, otro doblete. Al séptimo, otro más, cuando ya se ganó una titularidad indiscutible que ahora sostiene en el Leipzig. Su valor de mercado es de 55 millones de euros. Su eclosión ya es indudable.