- ¿Por qué se apagaron las luces en Matute y quién es responsable de lo sucedido?
Naciste en Corongo, barrio de peloteros...
Zona de Rivelino Carazas, el ‘Chino’ Huamán, ‘Cuto’ Guadalupe.
¿El ‘Nene’ Cubillas te adoptó futbolísticamente?
Me decía que era extraordinario en los partidos de práctica. Cuando jugué mi primer partido ante Bolognesi, el que más me hablaba era Teófilo. Recuerdo que entré y mi primera víctima fue Marcos Charún, le metí un baile.
¿Tienes alguna anécdota con Teófilo?
Después de anotar un gol en el Nacional ante Municipal, toda la semana me hablaba. Me hicieron una nota en mi barrio de Corongo y llevaron a Cubillas. Fue ahí donde me apadrina.
La gente te comparaba con el ‘Potrillo’ Luis Escobar...
Sí, yo también llevaba las tobilleras abajo. Escobar era más flaco que yo, pero nos parecíamos. Yo jugaba de ‘10′, Marcos Calderón me decía que era muy rápido, y me hacía jugar de puntero derecho.
Te salvaste de sufrir el accidente del Fokker en Alianza Lima...
Antes del partido de San Agustín, el profesor Marcos Calderón hizo una pichanga y se me acerca ‘Pechito’ Farfán. Me dijo que juegue igual como lo hacía en el partido de práctica, ya que talento tenía. Yo, en ese entonces, jugaba como volante, no delantero. Puerta de camerino estaba la lista, figura ante San Agustín, un partido antes de la tragedia, pero lo puso a Jorge Vallejos, quien tenía más experiencia. Me borraron. Llegué triste, le conté a mi viejita. Voy a ver el partido, ganan, y al día siguiente Jorge tenía infección al estómago. No viajó a Pucallpa. Si hubiesen querido viajaba yo, y había quedado con Braulio Tejada juntarnos, pero nunca llegó. Mi mamá en la madrugada me decía que no aparecía el avión, me fui a entrenar, y había un mar de gente. Todos eran mis compañeros, eran como una familia. Lo más triste fue para ser el nuevo Alianza.
¿Tuviste un enfrentamiento con Juan Reynoso en Alianza Lima?
Sí, recuerdo cuando vino a marcarme Juan, le hago una huacha, y me metió un guantazo. No me dijo disculpas. En otra jugada me tiré en carretilla, Juan saltó y nos agarramos. Nadie se metió. Lo levanté y le metí una patada en la cara, el hombre quedó ensangrentado. Miguel Company era el técnico y dijo: “Reynoso al camerino, Alguedas siga jugando”.
¿Después se amistaron o no?
Sí, se hizo mi pata. Todo quedó en la cancha, seguimos siendo amigos. Cuando llegué a la selección, Juan me aconsejaba. En el fútbol solo tuve problemas con Juan y Kukín Flores.
¿Cómo fue con ‘Kukín’?
Fue en un partido de práctica. Le robo la pelota, le saqué un metro de velocidad y salté, caigo y le dije que se estaba jugando su mundial. La mamita no está acá jugando. Le metí un guaracazo, en 30 segundos se comió 35 puñetes. No quería ir a vestuarios. Después dijo que los dos éramos del Callao, no pasaba nada.
Tu excompañero Marco Charún habló varias anécdotas juntos...
Claro. Jugamos en Alianza Lima y Sport Boys. Era mi compañero de cuarto. Ese cuarto parecía Halloween. Charún usaba los zapatos de Alibaba con sus medias de fútbol.
¿Fue cierto que Flamengo de Brasil te quiso contratar?
Sí, invitaron a Alianza Lima a la Copa Marlboro. Quedamos subcampeones y nos enfrentamos a Sporting de Lisboa. Le ganamos uno a cero. Le metimos un baile total con César Cueto. La final fue con Flamengo de Brasil, jugaba Edmundo y Junior, a quién le metí un baile. Eso sí, la única que tocaron ellos nos marcaron el gol. Después vino el presidente del Flamengo y me preguntó si era brasilero. Yo tenía problemas con Amaral, quien dijo que era indisciplinado. Me lapidó. Mi futuro hubiese sido diferente.
Recibe nuestro boletín de noticias: te enviaremos el mejor contenido deportivo, como siempre lo hace Depor.