Cuando su equipo se dirigía hacia la derrota, Lautaro Martínez apareció en la recta final para dar oxígeno al Inter de Milán, vigente subcampeón continental, en el campo de la Real Sociedad (1-1), este miércoles en el arranque del grupo D de la Liga de Campeones.
Brais Méndez (minuto 4) había abierto el marcador para el equipo vasco en el arranque del partido, una década después de la última participación de la Real en el máximo torneo europeo, y su equipo mantuvo la ventaja hasta que el campeón mundial argentino firmó el tanto del empate en el 87.
“El resultado duele, hicimos todo para ganar el partido. Debimos llegar 3-0 al minuto 80″, lamentó el técnico de la Real, Imanol Alguacil.
El reparto de puntos en San Sebastián deja como primer líder del grupo al Salzburgo austríaco, que sorprendió venciendo 2-0 en el terreno del Benfica.
- Máxima efectividad -
La presencia de Lautaro en el partido había sido casi invisible, completamente diluido en la apatía de su equipo, hasta que en una jugada llena de rebotes y rechaces Davide Fratessi envió un pase la muerte al segundo palo, donde el argentino recibió solo y no falló con un tiro cruzado con el que batió a Álex Remiro.
Con su gol, Martínez confirmó su momento dulce, después de un arranque en tromba en la Serie A, donde lidera la tabla de goleadores con cinco dianas y ha impulsado a los suyos a un pleno de cuatro triunfos, de doce puntos sobre doce posibles.
“No podemos estar satisfechos. No hemos jugado bien y no hemos aplicado nuestro plan de juego. Hemos tenido muchas dificultades en el inicio del partido. El problema no era físico, es solo que nos enfrentamos a un equipo que presionó mucho”, analizó Lautaro en declaraciones a Prime.
Hasta su gol, el Inter apenas había llevado peligro y su principal acercamiento había sido con el francés Marcus Thuram, inicialmente suplente, que en el 78 vio cómo le anulaban un tanto por un fuera de juego previo.
- Sommer, salvador -
Antes de ese último cuarto de hora, la Real Sociedad había sido la dueña del partido, ayudada por el tempranero gol en el 4, cuando Alessandro Bastoni cometió un grave error con una pérdida cerca de su área ante la presión de Mikel Oyarzabal y Brais Méndez, que se hizo con el esférico y en su entrada al área envió un disparo que superó a Yann Sommer.
Pese a ese gol, el arquero suizo mantuvo a los ‘nerazzurri’, vestidos en esta ocasión con su equipación naranja, dentro del partido con intervenciones providenciales. A Takefusa Kubo le repelió un zurdazo al borde del descanso (44) y en el inicio de la segunda parte evitó que Brais firmara un doblete de falta (48) y, a continuación, que Oyarzabal (49) marcara de cabeza en boca de gol tras un saque de esquina.
A lo que el suizo no llegaba lo hacían sus palos: en el 3 Ander Barrenetxea había estrellado en uno de ellos la primera gran ocasión del partido y en el 69 el larguero repelió un remate de cabeza de Mikel Merino.
Poco antes, en el 64, el Inter había respirado aliviado cuando la revisión en el VAR anuló la tarjeta roja que acababa de ver Nicolo Barella, pero el rendimiento ofensivo del equipo de Simone Inzaghi era muy pobre, hasta que Lautaro Martínez demostró su instinto en el área para salvar su partido y el de su equipo.
El empate empañó una noche de celebración para la Real Sociedad, que iniciaba su tercera participación en la Champions. La última de ellas había sido en la campaña 2013-2014, con una eliminación en la fase de grupos con solo un punto, y la anterior había sido en la 2003-2004, cuando sí pudo pasar a octavos, cayendo allí ante el Lyon francés.
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