Seis años o los que sean, serán insuficientes para borrar de la memoria de los mexicanos los sismos que, con una escalofriante exactitud, devastaron a nuestro país el 19 de septiembre de 1985 y 2017, donde miles de familias sufrieron irreparables pérdidas que, hasta el día de hoy, siguen doliendo como aquellos días, pero que, eso sí, mostró una gran unidad entre el pueblo como pocas veces se ha visto, con millones de voluntarios que sin pensarlo salieron a las calles para ayudar en lo que fuese necesario.
Entre todos estos héroes anónimos, el deporte no fue ajeno, pues atletas de todas disciplinas colaboraron como pudieron con las labores de rescate o en lo que sus capacidades y conocimientos les permitieran. Uno de ellos fue Emiliano Arce, ex seleccionado nacional del equipo de handball, quien tuvo la oportunidad de ayudar en uno de los puntos más mediáticos del 2017, con el derrumbe del Colegio Enrique Rébsamen.
¿Quién es Emiliano Arce?
Hace seis años, Emiliano platicó con La Afición – MILENIO sobre su experiencia como voluntario en la escuela al sur de la Ciudad de México, ahora repetimos la charla para ver cómo recuerda a la distancia aquel episodio que marcó su vida para siempre. Pero antes, conozcamos qué ha sido de él desde aquel fatídico 19 de septiembre.
“En septiembre de 2017 seguía mi proceso como seleccionado nacional en Handball, después del Mundial, tuve la fortuna de participar en diversos campeonatos nacionales y a principios de 2019, me convocaron para formar parte de la selección que representó a México en los Juegos Panamericanos de Lima 2019”, contó en entrevista.
A pesar de las cirugías de rodilla que tuvo que enfrentar en el proceso, Emiliano formó parte de un grupo histórico que rozó el podio de los Panamericanos, luego de quedar en cuarto lugar de la justa celebrada en Perú. “Fue el resultado más alto para México a nivel continental, me fui con un sabor de boca increíble”.
Después de algunos llamados para clasificatorios en Centroamérica y Norteamérica, Arce decidió ponerle punto final a su carrera deportiva de alto rendimiento a los 25 años, machacado por las lesiones que le impidieron seguir compitiendo a su nivel acostumbrado, siendo su última convocatoria en el año 2021.
Hoy en día se encuentra en la recta final de la licenciatura en derecho, aunque desde hace dos años y medio se encuentra ejerciendo en la rama penal.
¿Cómo vivió el sismo del 2017?
Emiliano Arce estudió la educación básica y superior en el Colegio Alemán Alexander von Humboldt, en el plantel Xochimilco, una demarcación que fue de las más afectadas en la Ciudad de México por el terremoto.
“Recuerdo que estaba en el quinto año de preparatoria y que estaba en el tercer piso del edificio cuando primero sonó el simulacro, seguimos las indicaciones y regresamos al salón, pero unos minutos después, volvió a sonar la alerta sísmica. Recuerdo que empezó a temblar, bajamos al patio central y vimos como todo se movía. Afortunadamente en la escuela no pasó nada”, recordó.
El ex lateral derecho de la selección mexicana de handball recuerda no haber entrado en pánico, más allá de la preocupación natural por sus seres queridos, quienes afortunadamente resultados ilesos y tampoco sufrieron pérdidas materiales de consideración.
Eso no le impidió ayudar a quienes en ese momento más lo necesitaban. El Colegio Alemán realizó brigadas para acudir a los pueblos y colonias más afectadas de la alcaldía donde él y sus compañeros participaron; sin embargo, para él, aún aguardaba una experiencia más intensa.
El Colegio Rébsamen y la heroína Frida
Tal cual lo comentó en 2017, Emiliano revive las circunstancias que lo llevaron al Colegio Enrique Rébsamen a los pocos días de la tragedia, donde inicialmente fungiría como traductor de unos peritos alemanes para el ejército mexicano y la marina, quienes no aparecieron, pero su presencia fue aprovechada para facilitar un reportaje que, desde Alemania, habían venido a realizar con el binomio canino Frida.
“Ese suceso lo recuerdo como algo importante en mi vida. Tuve la fortuna de estar ahí en el momento indicado, porque yo estaba con mi familia y los militaron buscaban a alguien que pudiera hablar alemán para poder traducir a unos peritos que venían de Alemania; al final nunca llegaron, pero estaban unos periodistas de la revista Bild y me acuerdo que apoyé como traductor en una entrevista que le realizaron al entrenador de Frida”, comentó.
Pero ya estando ahí, Emiliano pudo atestiguar sucesos que lo dejaron marcado para siempre, siendo uno de los que más recuerda, el silencio sepulcral que se hacía cada que buscaban signos de vida entre los escombros.
“Recuerdo con mucha nostalgia el haber estado en un lugar donde habían fallecido muchas personas. Lo que más recuerdo era la cantidad de gente que había dentro, porque a mí me tocó estar en el interior del operativo, con protección civil, bomberos, militares y yo recuerdo haber visto mínimo 100 personas que todas estaban trabajando en equipo para encontrar a sobrevivientes”, añadió.
Le dolió la muerte de Frida
En un par de meses se cumplirá un año de la muerte de Frida, la perrita que se volvió símbolo de resistencia y de paz entre los mexicanos que traban de renacer de los escombros, una binomio canino que dejó un gran legado y causó mucha tristeza tras su partida.
Para Emiliano, que convivió con ella de cerca y además tuvo la fortuna de verla trabajar en una situación real, su muerte tuvo un significado un tanto diferente.
“Estaba en mis redes sociales cuando me enteré de la noticia (de su muerte) y lógicamente la sentí un poquito diferente a diferencia de las demás personas porque tuve la fortuna de conocerla (en labor) y la verdad que todos mis respetos tanto a ella como a sus entrenadores y quedará en la historia para siempre en México. Sentí tristeza pero también afortunado de haberla podido conocer”.
¿Estamos listos como sociedad ante una nueva catástrofe natural?
Por último, Emiliano Arce hace una reflexión sobre lo que aquellos días se vivieron en nuestro país, donde la sociedad dejó de lado cualquier tipo de diferencia para extenderle la mano al de al lado y que considera se ha ido perdiendo con los años.
“Me quedó claro que cuando un mexicano necesita a otro mexicano siempre va a tener a uno al lado que lo pueda ayudar, independientemente de sus diferencias políticas, religiosas, sociales y culturales. Yo creo que México tiene todo para poder crecer, para ser un país lleno de hermandad, únicamente nos falta pensar en el prójimo y no en como chingarse al de al lado, nos falta esa unidad y esa solidaridad, que ya vimos que cuando se necesita, todos la tenemos, pero no tendría que estar en momentos de urgencia o necesidad, tendría que ser siempre”, finalizó.