Hace cinco años, la empresa IWL entabló una gira llamada Oktobert Fest, con presentaciones en Tlalnepantla, Queretaro, Pachuca y Tulancingo, para la cual fueron considerados varios extranjeros en diferentes funciones, Davey Richards, Mad Man Pondo, Gigante Warrior y algunos más estuvieron presentes, pero el más esperado era por mucho Necro Butcher. Ya en dos ocasiones anteriores Necro había sido programado y por diversas circunstancias había sido sustituido, así que para ese octubre de 2011 muchos estuvieron al pendiente de que no hubiera ningún pretexto para otra injustificada inasistencia. Y llegó. Durante sus presentaciones demostró ser lo que todos sabíamos que era: una bestia deseosa de sangre, daba golpes sin importar lo que recibiera. Pero al bajar del ring se transformaba en una persona completamente diferente: Tranquilo en su andar, sereno en su hablar, en su pensar.
A diferencia de los demás gladiadores extranjeros de esa gira, que una vez terminada la presentación querían abordar el transporte para ir a descansar a su hotel, Necro no, Necro se quedaba a contemplar la arena vacía, a sentir la historia de los inmuebles pisados. En la Arena la Afición se quedó cerca de media hora repasando los carteles históricos de ese inmueble, reconocía a muchos luchadores mexicanos de mediados del siglo pasado (Guajardo, Rayo de Jalisco, Santo, Lagarde, etc.), y los que no, preguntaba al que estuviera más a su alcance.
Sí, ya para ese entonces Necro había logrado llamar la atención por su participación en la película The Wrestler (2008) y por la brutalidad de sus luchas, sus apariciones en CZW, JCW e IWA Mid South llenaron páginas y páginas de nuestra revista SÚPER LUCHAS por años.
Así las cosas, el pasado sábado 11, la empresa Pro Wrestling Syndicate tuvo el honor de pagarle tributo a Necro Butcher organizando su última lucha de manera profesional. En la cual, el Starland Ballroom de New Jersey se abarrotó para despedir a un luchador bastante singular y que se ganó el respeto de muchos, entre ellos Mick Foley, quien al final del encuentro tomó partido para salvarlo de las garras de Rhyno y Sabu. Una vez que estuvo resuelto el inconveniente, Foley sirvió también para sorprender a todos los presentes, pero más aun a su novia, ya que con una multitud pletórica, Necro mostró por primera vez en un cuadrilátero a ese ser sensible y pensante, cuando arrodillándose le pidió a su novia que lo acompañara el resto de su vida casándose. La multitud cantó el famoso: “Yes!, Yes!, Yes!”, y la mujer aceptó.
La bestia sedienta de carne, uno de los luchadores más sangrientos de la historia, el terrible y temido Necro Butcher cierra su ciclo en la lucha libre profesional de la manera menos esperada posible, con un momento de ternura. Adiós Necro, que el resto de tu vida sea plena y llena de paz interna.