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Hace algunas semanas, la hoja de vida de Mauricio Larriera fue presentada en Matute por su agente y desde ese momento se mantuvo en un lugar privilegiado dentro de las alternativas que llegaron a la institución tras la salida de Guillermo Salas. El club tenía la necesidad de encontrar al guía que se ajustara a su requerimiento deportivo y encajara en su economía; pero, sobre todo, que tuviera la disposición de asumir el cargo con el proyecto comenzado.
El entrenador nacido en Florida, Uruguay, hace 52 años, lo reunía todo. Su visión de juego se ajustaba al deseo de la gerencia de lograr un equipo con un estilo más protagonista, que domine la pelota con criterio en el campo rival, otorgue mucha dinámica en el juego y que las ocasiones de gol aparezcan a granel, eso sí, sin descuidar la marca ordenada e intensa para volver a tener la pelota y comenzar otra vez con el ciclo. Mauricio Larriera transmitió la idea y gustó en primer término.
Cuando cayeron otras alternativas, algunas por indisponibilidad y otras porque no querían asumir el riesgo del proyecto comenzado, el uruguayo incrementó su posibilidad. Un factor trascendental para su elección fue el conocimiento del fútbol peruano. Y es que, en el año 2007, Gerardo Pelusso, flamante campeón del cuadro blanquiazul en 2006, lo convocó para que fuera su asistente ante la partida de Mario Viera, quien decidió iniciar su carrera como DT.
En la víspera del comunicado oficial de Alianza Lima, Depor se comunicó con la representación del entrenador y pudo conocer que las negociaciones estaban avanzadas. La oferta que hizo el club se evaluó y finalmente se tuvo un acuerdo que vinculará al técnico hasta diciembre con opción de ampliar hasta fines del 2024. Larriera, quien logró con Peñarol un campeonato uruguayo en 2021 y una Supercopa en 2022, dejó de dirigir desde agosto de ese año y ahora se une a esta nueva aventura en una tierra y pueblo que conoce bien.
El proyecto con el guía uruguayo tiene como primer objetivo ganar el campeonato. Es una obligación. Con la obtención del Apertura se ha dado el primer paso y ahora queda luchar lo que resta del Torneo Clausura para tratar de ganarlo y conseguir de manera directa el tricampeonato. Obtenido este desafío, el uruguayo y su equipo será ratificado y diseñará el proyecto del 2024, donde la meta es volver a salir campeón y tener la hegemonía en el fútbol local.
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