Sergio Pérez vive un momento crítico en la temporada de Fórmula 1. Ayer, se recuperó el undécimo lugar en la parrilla de salida y acabó cuarto en el Gran Premio de España. Si bien rescató puntos importantes para el campeonato, estuvo fuera del podio conformado por Max Verstappen, Lewis Hamilton y George Russell.
Con este resultado, el neerlandés le saca 53 puntos de ventaja al tapatío. Son prácticamente dos carreras las que alejan a Pérez en su aspiración de pelear por el campeonato. No fue el fin de semana del mexicano.
Mala calificación y ritmo
Russell, quien inició un puesto atrás de Pérez, ganó lugares en la primera vuelta al cortar en una zona especial de la curva 1, que fue designada por los comisarios de pista. Checo no apretó y le repercutió.
“En esa primera vuelta no arriesgamos de más, pensando obviamente en los puntos, en sumar buena cantidad. Ahí fue donde Russell hizo la diferencia, cortó la curva 1 y ganó bastantes posiciones. Ir detrás de los autos degrada mucho las llantas y perjudicaba mucho mi stint”, analizó Checo después de su carrera.
Su resultado en España se afectó desde el sábado, al cometer un despiste en la Q2 que lo mandó a la grava de la curva 5. Fue una clasificación difícil por la falta de ritmo, al punto de que avanzó de la Q1 con lo justo.
“Pagamos el mal día de la calificación. Hay que analizar el fin de semana, porque creo que estuvimos siempre un paso detrás de Max y hay que analizar la razón. El coche ha sido complicado de manejar este fin de semana”.
Los otros fallos en el año
El inicio de año fue prometedor para Checo, al acabar segundo en Baréin y ganar en Arabia Saudita, a un punto detrás de Verstappen en el campeonato (43 puntos contra 44 del neerlandés).
Todo cambió en Australia, en donde Checo batalló con su RB19 desde las prácticas libres por una falla en los frenos. La clasificación fue desastrosa, al punto de que apenas hizo dos vueltas antes de que sus neumáticos se trabaran al intentar girar, saliéndose de la pista directo a la arena. “Tenemos que arreglar el problema, hombre. Fue el mismo maldito problema otra vez”, dijo en su radio Pérez, quien arrancó desde el pit lane, en el lugar 20.
Solo rescató el quinto lugar y la vuelta rápida, en tanto Max se llevó el triunfo. La diferencia aumentó de uno a 15 puntos.
La situación mejoró en Azerbaiyán, al ganar el sprint, la carrera y volver a recortar distancias con su compañero (87 contra 93 puntos). Acabó segundo en Miami y llegó a Mónaco como ganador-defensor. Pero nadie imaginó la tragedia: aunque logró el cuarto, séptimo y segundo mejor tiempo en los entrenamientos libres, su carrera se condenó con una mala clasificación. El mexicano solo hizo cuatro vueltas en la Q1, ya que llegó a la primera curva del trazado y perdió el control de su auto, con lo que impactó el costado izquierdo en el muro de contención, quedándose sin posibilidades de mejorar sus tiempos y obligado a comenzar desde el último lugar.
Checo llegó a Mónaco todavía con una diferencia corta con respecto a su compañero: 105 puntos contra 119. Pero el desliz le costó caro, ya que el neerlandés amplió la diferencia a más de una carrera (144 puntos contra 105), al llevarse el triunfo con dos vueltas de ventaja sobre su compañero, quien acabó en la posición 16. En un circuito conocido por la dificultad para los rebases y la importancia de las estrategias, el mexicano no tuvo posibilidades de mantenerse en ese margen con Max, además de que los puntos se le negaron prácticamente desde el fallo en la clasificación.
“Con mi error (en la Q1) perdimos todo y no hubo nada que hacer; un resultado más así en el año y nos costará el campeonato”, se lamentó Checo. Con diferencia de dos carreras con Verstappen, el tapatío necesitará de actuaciones que rayen la perfección, además de factores externos en los que Max no sume puntos. El panorama luce difícil.