Luego de que Andrés Lillini hizo maravillas con un plantel limitado, llevando a Pumas a una final y a una semifinal en la Liga Mx y Concachampions. La directiva del Club Universidad, encabezada por el ingeniero Leopoldo Silva, presidente del club y el presidente deportivo, Miguel Mejía Barón decidieron contratar los refuerzos que necesitaba el estratega argentino con la finalidad de retomar el protagonismo, clasificar a la Liguilla y romper con la racha de 11 años sin título, objetivos que no se cumplieron y que hoy han causado que el conjunto del Pedregal esté en riesgo porcentual.
A pesar de que Andrés Lillini tuvo las herramientas que necesitaba para lograr su cometido, hubo varios inconvenientes que truncaron el sueño universitario y que al final del torneo le costaron su puesto en la dirección técnica, pues ni al repechaje logró clasificarse.
Dani Alves
Uno de los más grandes problemas que tuvo Andrés Lillini en su último semestre (Apertura 2022) como técnico de Pumas fue la llegada del refuerzo bomba, Dani Alves, y es que, el brasileño le complicó su esquema táctico, así como varios roces en el vestidor.
Por su necesidad de llegar al Mundial de Qatar 2022 en buen estado físico, el brasileño se aferró a jugar una posición inhabitual como lo era el medio campo. Dani Alves quería los 90 minutos como medio de contención, generando mayor desgaste a sus compañeros (Higor Meriatao y Leonel López), quienes sufrieron sobre cargas musculares por realizar un doble esfuerzo, disminuyendo el nivel del conjunto del Pedregal.
Por otro lado, futbolistas que también llegaron ese semestre, así como los líderes y emblemas del Club Universidad mostraron su molestia por el millonario salario que percibía Dani Alves, quien en conferencia de prensa señaló que su salario es por la carrera que realizó en sus 21 años como futbolista profesional, los cuales están avalados por sus 43 títulos.
Los números del "fichaje bomba" de Pumas fueron muy pobres. A sus 39 años, Dani Alves disputó 13 partidos con la playera de los de los universitarios, un total de 1,125 minutos donde solo conoció la victoria en dos ocasiones, brindó dos asistencias y no pudo marcar gol; además de recibir tres tarjetas amarillas.
Rafael Puente del Río
Tras la salida de Andrés Lillini, quien no consiguió los objetivos del Club Universidad a pesar de haberle conseguido los refuerzos que solicitó. Pumas comenzó a buscar un técnico que lograra levantar a los auriazules de la lona, por lo que Ricardo Ferretti era el candidato número uno, hasta que Rafael Puente del Río convenció a los directivos de tener el proyecto idóneo para regresarle el protagonismo y clasificar a la Liguilla.
El Junior empezó con el pie derecho, en los primeros cinco encuentros sumó ocho puntos, gracias a dos victorias, dos empates y una derrota, pero para la sexta jornada, el equipo comenzó a caer, ya que sumó tres derrotas consecutivas. Hasta la fecha 9 volvió a ganar, pero después de doblegar a Mazatlán nuevamente el equipo vino en picada hasta que fue cesado, ya que, hiló tres derrotas consecutivas.
Los malos resultados fueron una mezcla de varios factores: la indisciplina, pues en las 12 fechas tuvieron 6 futbolistas expulsados, lo que no permitía tener un once titular de manera continua.
Los errores en defensa y mediocampo, los cuales lo volvieron blanco de goles en contra, así como la falta de puntería en sus delanteros, quienes en varios encuentros tuvieron oportunidades para ganar o empatar, pero errar, únicamente les brindaba malos resultados.
Estos 'pecados' le servirán a Antonio Mohamed para no cometer los mismos errores y poder lograr los objetivos que se ha trazado como técnico de Pumas.
DAO