El regreso de Shane McMahon en la edición del 22 de febrero de Monday Night Raw supuso un intachable hito en la historia del show de los lunes por la noche, pues su vuelta llegó en el momento menos esperado, después de no ser visto por siete años, cuando se sabía de sus diferencias personales con su padre y, como si fuera poco, para volver a lucirse en un cuadrilátero ante el Fenómeno, el Undertaker, en el más importante escenario de todos, WrestleMania.
Su llegada se limitó a suplir la aterrorizante cantidad de bajas sufridas por WWE, y sólo eso… originalmente. Así es, y es que su retorno fue fiel al dicho de su padre: “cuando los ratings están bajos las lesiones abundan, llama a los McMahon”, pero eso en un principio iba a ser algo momentáneo. Algo que empezaría en aquel inolvidable Raw del Camino a WrestleMania, y algo que culminaría en el magno evento.
¿Recuerdan cuando Shane interrumpió a su padre en el Raw post-WrestleMania para despedirse? Imaginen que Vince no le hubiera dado la oportunidad de manejar Raw por las próximas semanas, imaginen que esa era la última vez que veríamos Shane O’Mac. Bueno, eso era lo que iba a ocurrir.
Lo que empezó como un favor para la empresa familiar en un momento de desesperación, realmente tocó profundo al mayor de los hermanos McMahon y una vez que su labor estuvo terminada, Shane no quiso rechazar la oferta de Vince de volver a tiempo completo a su “hogar”. Fue así como, de esta manera, tendremos al alguna vez conocido como The Giants Killer entre nosotros por un buen rato.
Y aquí es donde nos toca hablar acerca de la posición detrás de cámara de Shane. SÚPER LUCHAS ya había informado con anterioridad que, al menos por el momento, su rol se limita a actuar como personaje de televisión, lo que quiere decir que no está trabajando en las oficinas; pero, como también hemos señalado, eso no es algo definitorio y desde ya cuenta con un poder e influencia dignos de un McMahon tras las cámaras.
Y no hay que dejar de hincapié en que en cualquier momento Shane podría volver a estar actuando en la administración, y es que el mismo Vince quiere que él sea su heredero o uno de ellos el día que ya no esté. El Chairman está muy entusiasmado por el hecho de que su único hijo ha retornado y quiere que el apellido McMahon siga siendo el que lleve adelante a la empresa a través de las generaciones.
Aunque puede que Stephanie esté molesta, el que más frustrado está por el rumbo que tomaron las cosas es Triple H. Hunter no está nada contento con la intervención de su hermano político en un camino que ya creía allanado.
Pero eso es exactamente lo que no le gusta a su yerno, detesta que se de por sentado que el Juego será su sucesor. Es más, hay quienes se aventuran a decir que Shane es quien lleva la delantera por sobre su cuñado: los desacuerdos entre estos a raíz de todo tipo de tópicos le habrían hacerse pensar dos veces las cosas.
Lo que está haciendo por tensar aún más el panorama es la incertidumbre que tienen todos sobre qué decidirá Vince al respecto. Nadie sabe cuáles son sus planes de sucesión. Pero tampoco tiene porqué ser Shane vs. Stephanie/Triple H, mas fácilmente las cosas podrían terminar con el trío trabajando en conjunto. Vince comentó en una ocasión, concretamente en su entrevista de portada para la famosa revista Muscle & Fitness en 2015 —antes de la vuelta de Shane—, que no veía a una sola persona tomando su lugar:
Nuestro futuro desde el punto de vista corporativo es extremadamente fuerte porque tenemos muchos ejecutivos talentosos y todos traen fuerzas diferentes a la mesa. Steph y Paul (HHH) tendrán por supuesto roles muy importantes. Creo que cuando me vaya, la organización va a cambiar, y creo que para bien, porque no hay una sola persona que pueda hacer todo lo que yo hago, por mi experiencia. No hay un sólo individuo que vaya a tomar mi lugar.”
El pasado mes de abril hablamos de Vince y sus juegos mentales. Estos mismos también vienen al caso, pues lo que quiere en estos momentos es que Shane, Steph y Hunter se esfuercen al máximo por demostrar su valía y entonces tomar una determinación. Mientras tanto, no toca más que aguantar la tensión que se desprende en backstage, aunque muy probablemente Vince McMahon se esté dando un banquete.