Mark Henry es toda una leyenda de la WWE. Con un palmarés de dos Campeonatos Mundiales, uno como Campeón de Mundial Peso Completo y otro como Campeón Mundial ECW, más un reinado como Campeón Europeo, demostró en sus dos décadas de carrera —la segunda Superestrella actual con más recorrido, tras el Undertaker— porqué lo llaman el Hombre Más Fuerte Del Mundo. O si no recuerden cuando batió un record mundial en pleno Smackdown al arrastrar con sus propias fuerzas a dos camiones de 55 toneladas.
Su carrera es digna del Salón de la Fama, pues además de sus logros, formó parte de uno de los grupos más reconocidos de todos los tiempos (The Nation of Domination) y estuvo envuelto en feudos con las más grandes Superestrellas; de The Rock a Undertaker, pasando por Big Show y Kurt Angle, hasta Daniel Bryan y John Cena —rivalidad que incluyó su memorable supuesto retiro—.
Incluso se habló seriamente de que fuera el encargado de romper la racha del Taker en WrestleMania en un Buried Alive match en la decimosegunda entrega del magno evento.
Pero aún gozando de tanto prestigio, sus últimos años en WWE fueron intrascendentes y para el olvido: casi no tuvo tiempo en televisión… y ni hablar de su falta de involucramiento en las rivalidades. La última que tuvo data de octubre de 2014 con el Big Show y su última lucha individual en PPV fue aquel septiembre cayendo ante Rusev.
El año pasado, Henry describía cuan frustrado estaba con su irrelevancia en la compañía y ponía en evidencia su arrepentimiento de no haberse marchado de la WWE en 2013:
No sé cómo pude permitir que Vince me convenciera de firmar otro contrato”, decía, “hizo un poco de magia. Es un don que tiene, te convence fácilmente. No voy a firmar otro contrato, soy un veterano y este es un negocio que funciona para el talento jóven.”
Y 2016 no fue la excepción. En lo que va del año, Henry hizo menos de diez apariciones en televisión y llegó a durar la mísera cantidad de 47 segundos en la Batalla Real. La última vez que lo vimos sobre un ring fue para WrestleMania 32, donde fue partícipe de la Batalla Campal en Honor a André El Gigante y llegó a estar entre los seis finalistas.
Lo que pocos saben, no obstante, es que Mark Henry está retirado. El de WrestleMania fue su último combate y a menos que WWE se decida por darle una —merecida— despedida, quizá también haya sido la última vez que lo vimos sobre un cuadrilátero bajo un performer’s contract (contrato de luchador).
El contrato vigente que tiene con WWE expirará este julio o a lo sumo en agosto, pero no sería extraño si la empresa y él llegaran a un acuerdo para darlo por finalizado con anticipación, tal como se hizo con Wade Barrett el pasado viernes negro. Su salida no sería un despido, más bien podría tomarse como una decisión mutua de tomar caminos separados.
O quizá no sea tan así, pues aunque su carrera haya culminado, también existe la posibilidad de que no renueve su contrato como luchador, pero pase a trabajar detrás de escena en la empresa. La relación es muy cordial, lo cual es un gran punto a favor, y hasta el propio Henry dejó abiertas las puertas a ello en el pasado:
Me encanta el proceso de marketing, el marketing internacional, me encanta el desarrollo del talento. Son todas cosas en las que me gustaría trabajar con la compañía para asegurar que nuestra industria siga floreciendo. Aunque también hay un puñado de otras cosas que me planeo hacer”.
¿Qué opinan? ¿Creen que es el momento de su retiro? ¿Debería ir a otra empresa para terminar su carrera de una manera más gloriosa? Dejen sus opiniones en la caja de comentarios.