Irma González superó el nivel de leyenda en el mundo de la lucha libre y hoy, la chaparrita se ostenta como la Leyenda Imperial del pancracio mexicano, y es que, la nacida en Cuernavaca logró poner en espaldas planas al machismo, a la misoginia y de paso a la autoridad para convertirse en una de las máximas figuras de este deporte, el cual se decía ‘es únicamente para hombres’.
Sí, Irma, una de las pioneras de la lucha libre femenil en México será la primera mujer homenajeada por el Consejo Mundial de Lucha Libre en una de las funciones más importantes de la empresa, Homenaje a dos Leyendas, situación que llena de orgullo a la también llamada La Novia del Santo.
“Muy contenta, emocionada, casi no se me han hecho homenajes, pero me da gusto, me tocó cobrar el esfuerzo, que reconozcan el trabajo es un reconocimiento muy bonito y satisfactorio. La gente me quiere y yo los quiero mucho porque arriba del ring hice hasta lo que no iba a hacer, pero lo hice para quedar bien con todo el público”.
Irma González de 89 años de edad, tenía el sueño de ser la número uno en el deporte de los costalazos y con base al trabajo, esfuerzo, dedicación y muchos ovarios logró cumplirlo, incluso ni el ex regente de la capital del país Ernesto Uruchurtu logró detenerla cuando en 1954 prohibió que las mujeres se subieran al ring.
“Fue difícil, en aquellos tiempos no se acostumbraba que una mujer estuviera en un deporte de hombres como la lucha libre, los compañeros nos veían mal, decían ¿cómo una mujer en este deporte?; nos decían que nos fuéramos a casa a hacer los frijoles, a barrer, a hacer el quehacer, pero yo me ponía una concha en la espalda para que se me resbalara todo lo que decían, no me importaba porque tenía que seguir en lo mío, mi meta era ser la mejor y con base al esfuerzo, entrenamientos y constancia fui ganándome al público y a los compañeros, ya después salían a ver por qué la gente gritaba, se asomaban y decían la chaparrita es muy buena. Eso fue lo más difícil, ganarse el respeto y aceptación de compañeros, público y a la autoridad que prohibió que lucháramos”.
Su hija, Irma Aguilar con quien llegó a hacer pareja arriba del cuadrilátero intervino: “Yo fui testigo de esa época donde no eran bien vistas, pero el tesón y hambre de ser alguien ella consiguió su meta de ser la número uno y siempre tenía campeonatos y cabelleras”.
Otro de los obstáculos que superó Irma fue su prometido y posteriormente esposo, quien le solicitó no continuar en la lucha libre, pero siete meses después decidió regresar a los encordados enmascarada con el nombre de La Novia del Santo, claro con permiso del Enmascarado de Plata.
Del circo a la lucha libre
La Emperatriz Azteca incursionó a la lucha libre luego de que el circo de su padre se incendió.
Antes de ser gladiadora, la Chaparrita trabajaba en el circo de su padre, pero tras perder todo comenzó en el pancracio para así ayudar con los gastos de su familia, la cual era de 12 integrantes, pues su papá emigró a Estados Unidos en busca de un trabajo.
“No fue difícil, venía con ejercicios del circo donde fortalecen manos, pierna, brazos, así que la lucha fue sencilla, empecé muy pequeña a los 11 años. Mi mamá no quería me decía: ‘que no comprendes, eso no es para ti’, yo preguntaba ¿por qué mamá? Sí soy una persona igual que ellas, tanto ellas pueden picar los ojos como yo a ellas y solo me decía ‘¡ay que barbará!’. Era diario ese pelear, me decía: ‘ve a decirles que no, que yo no quiero y no vas a ir, pero se llegó la hora de cobrar y me sorprendí porque dije pagaban más que en el circo, ya tenía para pagar algunas cosas; el dinero no se guarda, el dinero se usa para saldar deudas”.
Para finalizar, Irma González, quien gracias a la lucha libre conoció Estados Unidos, Japón y algunas otras partes del mundo recordó el haberle callado la boca a quienes decían que la mujer no podía ser luchadora.
“Muchas personas decían que las mexicanas no podíamos, venían extranjeras a luchar, pero tuvimos la satisfacción de decirles ¡ahí está, para que vean que sí podemos! Concluyó la gladiadora, quien además grabó dos discos, donde uno de sus éxitos fue Mandilón.
FCM