¡Cuidado! han hinchado las pelotas a los campeones
El 29 de septiembre de 2014 la dinastía de los Patriots daba sus últimos estertores. El equipo malvivía con un récord de 2-2, la línea ofensiva era un coladero, el ataque no tenía receptores ni backfield, la defensa parecía desarbolada, sin recursos, y encajaba 41 puntos contra los Chiefs. Incluso un periodista se permitía el lujo de preguntarle a Bill Belichick si había llegado el momento de sentar a Tom Brady…
Cuatro meses después los Patriots disputaban su sexta Super Bowl del Siglo XXI, la ganaban in extremis, Tom Brady igualaba el récord de anillos de Montana y Bradshaw y la dinastía crepuscular volvía a brillar más deslumbrante que nunca. Los Patriots son como Peter Sellers en ‘El Guateque’: tocando incansables la trompeta por muchas veces que los maten y sacando de quicio a todos los presentes.
Pero no debemos engañarnos. Tom Brady tiene 37 años. Sí, muy bien llevados, pero 37. ¿Le pueden quedar un par más? De entrada parece que sí, pero ya se sabe que el final de los grandes quarterbacks suele llegar de improviso, de un domingo para otro. Y por muchas fórmulas mágicas que imaginemos escondidas en la capucha de la sudadera de Belichick, la dinastía de New England es un taburete con tres patas: su entrenador, su propietario y su quarterback. El día que falte uno de ellos ya nada volverá a ser lo mismo.
Para empezar, este año el equipo tendrá que empezar la temporada sin su quartrerback, sancionado con cuatro partidos para jolgorio de todos los que están hartos de que el escudo de los Pats aparezca hasta en la sopa. Y tampoco estará Revis, que se ha marchado a un rival divisional, y Bills, Dolphins y Jets se han reforzado en serio para terminar de una vez con un dominio tan insultante que casi aburre, y el backfield no asusta a nadie, y la línea ofensiva ya veremos, y han hecho cambios de reglamento para evitar las locuras de McDaniels, y…
Los Patriots, decadentes, arrugados, nunca aburridos de ganar por mucho que el resto de la liga esté harto, se subirán a la colina, con Brady o con Garoppollo, sin Revis pero con Butler, con Gronkowski y su caravana y Jerod Mayo y sus muletas, humedecerán los labios con la lengua, agarrarán la trompeta, inflarán los mofletes, y aquello sonará como un elefante barritando. Y por mucho que les disparen, que nos tapemos las orejas, les sancionen y les odien, seguirán tocando (las pelotas) sin parar.
Porque son campeones, tienen a Belichick, antes o después tendrán a Tom Brady y, además, están cabreados. Y mucho.
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Las tres claves del equipo por Gonzalo Estradé
1 ¿Afectará la resaca de la Super Bowl a los Patriots? El caso Deflategate ha dado una motivación extra a Tom Brady y Belichick seguro que no permite ningún tipo de relajación. Pero, después de levantar el título, el equipo campeón experimenta un bajón inexplicable al año siguiente y ese será el primer rival al que deberán hacer frente los Pats esta temporada.
2 La salida de Revis y Browner esta pretemporada obligará a los Patriots a hacer ajustes en defensa. El front seven deberá dar un paso adelante y ser más dominante para liberar de responsabilidad a un grupo de CBs por debajo de la media de la liga. Por suerte cuentan con la experiencia de Ninkovich, Mayo y McCourty para ayudar en este nuevo sistema.
3 El ataque se mantiene intacto respecto a la temporada pasada. No necesitaban cambios. La imponente presencia de Rob Gronkowski, la conexión de Brady con Edelman y la aportación de los distintos runningbacks será suficiente para mantenerse como uno de los mejores ataques de la liga. Solo si Brady empezara su decadencia habría motivos para preocuparse.
Lo mejor
1 Tom Brady sigue al frente de la ofensiva, dispuesto a ampliar su leyenda.
2 Gronkowski y McCourty: dos estrellas en dos puestos determinantes en la NFL actual.
3 Uno de los mejores grupos de LBs de la liga, con Collins y Hightower como bastiones.
Lo Peor
1 El cuerpo de CBs transmite muy poca confianza. Dependerán del esquema defensivo.
2 La debilidad y poca experiencia en el interior de la OL no se ha solucionado.
3 La rotación de defensive tackles está formada por jugadores muy jóvenes.