Mi gente, cómo están. Volvemos recargados. Ya estamos aquí con una nueva entrega de La Fe de Cuto 2023. Si te divertiste con Germán Alemanno, esta semana te traemos una picante entrevista con José ‘Pepe’ Soto, quien llega a mi restaurant para soltar todo el aguadito que a ustedes les encanta.
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‘Pepe’ Soto nos cuenta cómo arrancó en Municipal, una historia de aquellas que nos dejará perplejos. Porque no todo siempre es color de rosas, tuvo que jugar a espaldas de sus viejitos y con el apoyo de su abuelo. Además, revela que ‘Panadero’ Diaz le metió un ‘matamoscazo’ por no usar toperoles en partido. Ayayayay.
No todo queda ahí. ‘Pepe’ Soto jugó en Alianza por amor a la camiseta y rechazó una jugosa oferta de Universitario que su papá ya había arreglado a sus espaldas. Además, nuestro invitado cuenta cómo fue que sus compañeros blanquiazules lo amenazaron con un palo para que firme por Cristal debido a que él había rechazado ese contrato por su hinchaje blanquiazul. Agárrense porque empezamos. La fe es lo más lindo de la vida.
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¿De qué barrio eres?
De la Victoria, al frente de la tribuna sur, en Matute. Mis papás son hinchas de Universitario, perdíamos un partido y te pintaban la casa de crema. Una vez La U ganó un 6-3 en Matute, mi viejo puso el 6-3 en la casa. Somos 6 hermanos, yo soy el cuarto. El último no quiso jugar fútbol, decía que era ‘para negros’.
Eras de La Victoria...
Nos fuimos a probar a Alianza y no pasamos la prueba. En esa época era el ‘Cholo’ Castillo que habrá pensado, igual seguimos en el Muni. Después aparecimos en Alianza. Luego en el Muni empezaron los campeonatos, habían muchos interbarrios de los periódicos, luego los Interescolares. Me jalan de un interescolar. Jugaba Alipio Ponce y Tupac Amaru. En mi equipo jugaba Daniel Reyes, jugaba Luis escobar y me jalan allí, yo era el más chibolo de todos, fui calichín, de ahí infantil y de ahí subía primera. En Muni debuto en la profesional. En infantil, dejé de ir tres meses y me fui a estudiar. El profesor me mandó a llamar y me dio una última oportunidad. Esa vez fui y no llegaba el arquero. Me puse los guantes y me puse a tapar.
¿Y qué pasó después?
En un partido, me sacaron a los 10 minutos. Estaba renegando, pensaba por qué me habrán sacado. ‘Te llama el profe’, me dijeron. Subí y estaba ‘Lolo’ Argote y Máximo Carrasco, entrenadores de primero. Me dijeron que esa noche viajaba a Chanchamayo con el primer equipo. Cómo les decía a mis viejos que me iba a jugar, si ellos querían que estudie. Antes no habían permisos.
¿Y cómo hiciste?
Apareció el alcahuete del abuelo, que en paz descanse. Le dije que tenía que ir a Chanchamayo y me dice : Dile que nos vamos a Chincha, él era de allá. Nos fuimos a Chanchamayo, Municipal contra Unión Minas de San Vicente de Chanchamayo. Luego, mi abuelo fue a hablar para que me apoyen en el colegio para ir a entrenar. Hasta que me dijeron que tenía que concentrar. Le dije a mi abuelo, cómo hago con mis papás y me dice ‘Anda dile, ese ya es tu problema’.
¿Qué les dijiste?
Le di las entradas a mi papá y le dije: mañana debuto en el Estadio Nacional. El abuelo le dijo ‘Déjalo al muchacho’. Tenía 17 años, domingo 7 de junio de 1987.
LA CACHETADA DE ‘PANADERO’ DÍAZ
¿Qué te acuerdas de ese momento?
Primero para llegar a la concentración. Llegué, toqué la puerta y me dieron una lista, todos los tíos me pidieron chocolate, gaseosa para ir a comprar. Si faltaba tenía que poner de mi plata. Después pasé, no podía dormir.
¿Debutas en qué posición?
Volante por derecha. Salí de arquero en los juveniles. Nunca de central, pocos partidos de central. El primero, jugamos con Universitario. Íbamos ganando 1-0, viene una pelota por encima y me resbalo. 1-1, nos hizo gol Garagay que jugaba de 9. En el camerino, ‘Panadero’ Díaz me dice ‘levanta los zapatos’. Estaba con goma, me metió una cachetada. “Cómo no vas a usar toperoles”, me dijo. Luego me trajo unos zapatos Puma con toperoles. Desde ahí, todos los partidos. Iba a estudiar en toperoles. Jajajaja.
¿Otra anécdota con ‘Panadero’ Díaz?
El tío me enseñó a cabecear, después me enseñó a marcar. Me hablaba, me decía ahora tienes que comer ‘pan con mantequilla’ y luego, en el retiro, tienes que comer ‘pan con jamón’. Usted, guarde, vaya guardando. Uno cuando se retira, empieza a sacar de la tarjeta, pero no entra nada.
Eran buenos profesores...
Buenos, a los 21 yo ya era capitán del Muni. Me enseñaron a hablar, cómo manejarte con los directivos, con la prensa. A veces tienes la cámara y no sabes qué decir. Tuve buenos profesores.
SU AMOR POR ALIANZA LIMA
¿Después pasas a Alianza?
En la época de Muni, firmábamos dos años y luego, jugábamos dos de prorroga. Entonces fuimos a hablar al Congreso, con terno, y cambiaron las leyes. Allí terminamos el contrato en el 92. Ósea, yo firmé 3 años y jugué 3 de prórroga, con el 20 por ciento de aumento. Así era.
¿Y qué pasó?
Boys pagaba bien, después era la U, Cristal y Alianza. Universitario los pasa y mi viejo arregló con la ‘U’, con Raúl Montoya. Nos pusimos bravos, le dijimos no, Jorge y yo. Cristal luego iguala la oferta y Jorge se fue a cristal. Yo decía ‘a qué hora Alianza iguala’. Ahí aparezco yo. Le dije a mi viejo: “Me voy a Alianza, yo no voy a la U”. Me fui a Alianza y Jorge a Cristal. Llegué a Alianza a suplir a Juan Reynoso, él se va a la U. Me dieron la 3, responsabilidad.
Fue difícil...
Mi abuelo me dijo que tenía que matarme por la camiseta. Mi abuelo me decía ‘Chacra’. Jorge tiene técnica juega bien, pero él no tiene el corazón que tienes tú. Tírate al suelo, con eso te ganas a la hinchada”, me decía. Allí sale la carretilla.
¿Cómo eran las pretemporadas de Alianza?
No teníamos ni un mango. Íbamos a San Bartolo y el profe Arrué se iba a pescar para darnos de comer a nosotros. Comíamos en una chozita. Allí a parecieron los Potrillos. Por ese equipo hay mucha gente que se hizo hincha de Alianza, como en el 97 se fue una generación. Si no hubiese habido la tragedia, yo nunca hubiese jugado en Alianza, por la calidad de jugadores que habían. Mi ídolo era Daniel Reyes.
EL CIGARRO Y ‘PEPE’ SOTO
Siempre te gustaba tu cigarrito...
Fumaba, ahora ya no, después de la pandemia. Antes decía pero cómo van a fumar los deportistas, llego a Muni y todo el mundo fumaba. Llego a Alianza y e mi cuarto estaba Mágico González y Kanko. Los tres teníamos que gatear, por el humo, no se veía.
Ascoy contó una anécdota de la regla...
Yo paraba con un palo. Alguien se portaba mal y les metía. Pregúntale a Guisasola, a tu sobrio Jefferson, a Rinaldo, a todos. Ellos subieron a la primera. Yo pasaba, saludaba y no te respondían. Al siguiente día ‘buenos días’ y nada. Al tercer día, ‘Buenos días’ y pum (palazo), recién respondían. Al ‘Burrito’ también le ha caído. Me escondieron mi palo y por eso me hicieron uno en forma de cuchara.
Eras bravo...
Tú te encuentras con ellos ahora y muchos se fueron al extranjero, otros hicieron una carrera buena y otros no entendieron.
¿Tu pase al Cristal, cómo fue?
Yo no quería firmar por cristal. Alianza me debía y no me pagaba. Por eso yo les decía a los del Cristal que cambien una clausula del contrato, los paseaba. Se iban de Ancón a Lima. Hasta que un día el ‘sapo’ de Kanko, agarra el contrato. Me dice: ‘Cómo no vas a firmar’. Agarraron un palo. Él, Jayo y Darío Muchotrigo, sacaron un palo de la cama y me dijeron ‘firma porque acá te rompemos, o toda la vida vas a jugar en Alianza’.
Era buen contrato pero tú estabas dando vueltas...
En esa época, Cristal era la mejor institución del Perú, pero no quería ir , mi bobo es Alianza. Después de todo firmé, me fui a Cristal y no me arrepiento. Buenos premios, cómo institución bien. Tenías todo.