Pelé es considerado por muchos el mejor futbolista de todos los tiempos. Son muchos los aficionados que tienen bien grabada en la mente su icónica foto, en la que Jairzinho lo carga para que O’Rei festeja al alzar su brazo derecho y cerrar su puño, frente a miles de aficionados eufóricos en el Estadio Azteca, durante los festejos del primer gol en la final del Mundial de México 1970.
Y mientras otros tantos lo recuerdan ya retirado, sobre todo en los últimos años, quizás la imagen que ha pasado más desapercibida por parte del joven Pelé es la del futbolista de 17 años y 239 días, es el jugador más joven en la historia que juega, anota y gana una Copa del Mundo, además del más joven en anotar en una final, con dos goles (minutos 55 y 90) en el triunfo 5-2 sobre los anfitriones, en Suecia 1958.
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Nacido el 23 de octubre de 1940 en Três Corações, de Minas Gerais, Edson Arantes do Nascimento destacócomo un joven disciplinado en el futbol, con un característico corte de cabello corto de los lados y afro arriba, además de una sonrisa que se convirtió en su sello característico. Ya desde niño era alguien un poco tímido, sobre todo con aquellas personas que apenas si conocía.
Antes de brillar en el Mundial de 1958 con sus seis goles (segundo lugar, por detrás de los 13 tantos de Justin Fontaine), Pelé viajó a Sao Paulo con poco más de 15 años para enrolarse con el Santos, luego de que Waldemar de Brito lo descubriera y apostó por él para convertirlo en una estrella del futbol mundial.
Fue así como dejó su empleo en la fábrica de zapatos y se encaminó al club que se volvería el de prácticamente toda su vida. Cuando llegó al Santos, tenía una complexión delgada, hasta que entrenó y se enfocó en mejorar su aspecto físico (la técnica y habilidad ya la tenía) para establecerse rápidamente como uno de los mejores futbolistas de la historia.
MGC