A este Melgar nada le asusta. A este ‘León del Sur’ nada lo hace retroceder. Ni un estadio Nacional pintado de celeste casi en su totalidad. Mucho menos un Sporting Cristal envalentonado por el aliento de su gente. Porque atrás está protegido por las garras de Carlos Cáceda y la seguridad de Alec Deneumostier, y adelante están Bernardo Cuesta y Luis Iberico, sus goleadores con olfato felino que no dudan un solo segundo frente al arco.
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El argentino y el peruano. El centrodelantero y el extremo con gol. Los dos fueron autores de los tantos con los que el ‘Dominó’ derrotó 2-0 a Cristal para clasificar a la final de la Liga 1 2022 en la que enfrentará a Alianza Lima. ¿Año par? Eso tampoco amilanó al conjunto arequipeño que hace algunos meses nada más se tumbó a poderosos del Continente como Racing Club de Avellaneda e Inter de Porto Alegre, a ambos en terreno internacional, en suelo donde los equipos peruanos se han malacostumbrado a las derrotas.
Y si el equipo es así, sus hinchas también. En medio de una tribuna repleta de camisetas rimenses, un señor con su polo de Melgar celebra sin temor a las represalias un gol del equipo de sus amores. Llegó desde Arequipa para ver a su Melgar y ahí está siendo feliz en medio de caras tristes y molestas, me medio de insultos y malas lisuras. Porque el fútbol, más allá del resultado, también es respeto. Y eso se aplaude.
Dirigidos por Pablo Lavallén, el argentino que venció a la depresión y se volvió cristiano evangélico; los arequipeños parecen haber recobrado la memoria después de divagar en los últimos dos meses en la Liga 1 entre derrotas (5), empates (3) y algunas alegrías (4). Aprovecharon la altura -más allá de la localía- en la ida y sentenciaron el suelo limeño para volver a una final nacional después de seis años, cobrándose una suerte de revancha ante el mismo rival que les ganó el título en 2016.
La base del finalista la empieza Carlos Cáceda en el arco. El arquero con menos goles recibidos, más vallas invictas y con mayor porcentaje de partidos sin recibir goles en lo que va del año. Uno de los héroes de todo el Perú en Quito, allá por el 2017 que ganamos por primera vez en esa ciudad por las Eliminatorias. De él, y de sus grandes atajadas para mantener el cero en los dos partidos ante los rimenses, también es este pase a la final.
Y delante de Carlos está Alec Deneumostier, el central que pudo haber firmado por Cristal en 2018 pero decidió mudarse a Arequipa. El mismo que se perdió la semifinal de ida por suspensión, pero que en la vuelta demostró por qué es el titular indiscutible. Ganó, de acuerdo a los datos de SofaScore, el 70% de duelos. Fue clave en la recuperación del balón y solo fue regateado una sola vez.
En el medio está Horacio Orzán, el argentino que decidió entregarle su vida a Cristo y lee en casa la Biblia, pero en el campo pone sus propios mandamientos. Con 34 años en sus espaldas y trayectoria en el fútbol de su país, Uruguay y Ecuador; el volante marca, juega y ordena. Peina algunas canas de la experiencia y eso lo traslada al césped.
Melgar se sostiene en tres fieras y arriba erupciona gracias a sus goleadores: Iberico y Cuesta. Luis, un ‘9′ reconvertido a extremo con gol -algo que se busca, pero pocos tienen-, fue el más determinante de la llave. Tres goles en dos partidos para ser el segundo máximo anotador del equipo en el año con 13 festejos, solo un por detrás de Bernardo Cuesta, el argentino que llegó a Arequipa en 2012 dispuesto a conquistarla.
El ‘Dominó' está en la final y también en la fase de grupos de la próxima Copa Libertadores. Es decir, el club que este año le mostró al alicaído fútbol peruano que sí se puede competir afuera, aseguró tres millones de dólares.
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