Cuando el Estadio Nacional de Lima, Perú, comenzó a construirse en su forma moderna en 1951, la opinión pública saludó el gesto porque por fin el país contaría con un recinto adecuado, acorde al estándar internacional, para la práctica de fútbol y para alentar a la Selección Nacional. La obra fue tan significativa para sus realizadores que decidieron coronarla con una torre, poco habitual entonces y poco habitual ahora.
El Estadio Nacional que existió hasta entonces (y al que ahora llamamos ‘Antiguo Estadio Nacional’) fue una donación de los británicos al Perú durante las celebraciones de su centenario. Y sus orígenes se remontan a 1897, cuando el Club Unión Cricket solicitó su construcción al Ayuntamiento de Lima.
PUEDES VER: Estadio Nacional: ¿cómo fue la tragedia de 1964 que ocasionó la muerte de 328 personas?
¿Cuándo se construyó la torre del Estadio Nacional de Lima?
En 1951, tres años después del golpe militar que le hizo Odría a Bustamante, Miguel Dasso, presidente de la Sociedad de Beneficencia de Lima, gestionó el proyecto para remodelar el estadio de una vez por todas, hasta convertirlo en un recinto de primera calidad.
A Odría, ensimismado por inaugurar cada vez más obras, le gustó la idea. El proyecto se aprobó y se completó en tiempo récord. El 27 de octubre de 1952, aniversario del golpe de 1948, el moderno Estadio Nacional de Lima se inauguró. Se completó en tan solo dos años, seguramente por la presión del general.
55 mil almas podían reunirse en el estadio entonces. Las tribunas populares (sur y norte) ahora hechas de concreto, albergaban cada una a 16 mil, y las viejas tribunas de madera se trasladaron a otros estadios, como el de Lolo Fernández en Breña.
La torre del Estadio Nacional: ¿para qué la construyeron?
No había mucho más que destacar del estadio que no se haya visto en una construcción futbolera antes, a excepción del detalle de la torre.
Estaba ubicada en lo alto de la tribuna norte, y se erigía a 47 metros de alto. Una pieza así no resultaba habitual para ningún estadio de fútbol, a excepción del Estadio Centenario de Montevideo, Uruguay.
Sin embargo, la idea de esta estructura era clara, al menos desde el plan original. Esta serviría para darle un corte protocolar al escenario, para recibir presidentes, personalidades y demás. El estadio era una carta de presentación del Perú al mundo, y tenía que tener espacios preparados para ello.
PUEDES VER: Estadio Nacional: la historia de ‘Pepito’ Mayta, el joven que falleció por una bengala en el 2000
Se contempló llenarla de comodidades y servicios. En lo más alto, se quería colocar un restaurante de lujo, más abajo, un comedor, cafeterías y hasta sales de té.
Hasta se pensó incluir complejos de oficinas y tiendas allí mismo, todo para darles facilidades a algunos espectadores que, tanto entonces como ahora, finalizaban sus labores alrededor de las 5 o 6 de la tarde.
La máxima atracción de la torre sería su vista privilegiada, lo que la convertiría en un espacio deseado y de gran valor, pero lo cierto es que, para un espectáculo deportivo, no otorga la mejor de las vistas.
El principal problema es la altura. Pese a que puede observarse el gramado, resulta difícil diferenciar a los jugadores, y el ambiente festivo de un partido se convierte en algo muy enajenado.
Quizá es por ello que ninguno de los proyectos antes mencionados se llevó a cabo. Nadie tampoco se atrevió a realizarlos, pues no se esperaban resultados comerciales de ellos.
¿Por qué no se cambió o demolió en la remodelación del Estadio en 2010?
Todos estos factores hicieron que la torre caiga poco a poco en desuso, hasta bien entrada la década de los 2000, aunque, finalmente, nunca se optó por destruirla o reemplazarla.
Incluso, en la Copa América de 2004, las ligeras remodelaciones que se hicieron consideraron a la torre, llamada hasta entonces la Torre de los homenajes, como había sido bautizada desde la inauguración por Odría en 1952.
En ese entonces, se rediseñaron los interiores y las luces se cambiaron en toda su estructura, pero, tanto hasta entonces como ahora, la misma es utilizada en su mayoría para efectuar transmisiones y lograr tomas amplias y generales. Son pocos los hinchas que la visitan.
PUEDES VER: El Negro bomba: quien es el hincha peruano que protagonizo la tragedia del Estadio Nacional
¿Por qué ahora se llama torre Miguel Dasso?
Pese a todo ello, el valor histórico de la torre se tomó en cuenta cuando el Estadio Nacional fue remodelado en 2010. Para entonces, fue rebautizada como Torre Miguel Dasso, en honor al principal gestor para la construcción del escenario.
Otro dato es que dicha remodelación mantuvo la estructura original de cemento del estadio, tal cual había sido construida en 1951 y 1952.
La torre, por supuesto, forma parte de esta estructura base, y es por eso también que la seguimos apreciando hasta hoy en día, como un vestigio decoroso y honorífico del pasado, y el ojo del estadio que tantas glorias y penas observó desde lo alto.
La torre durante la tragedia del Estadio Nacional en 1964
Según testimonios de usuarios en el portal de Arkiv Perú, la torre sirvió para que algunos de los asistentes durante la tragedia del Estadio Nacional encontrarán un lugar donde puedan protegerse del gas lacrimógeno.
“Mi viejito estuve ese día en el estadio. Estaba en norte y me dijo que otros hinchas rompieron las lunas de la torre y se subieron”, afirman un usuario de seudónimo Patrick.
“En mi caso, mi viejo me contó que subió a la torre de norte y mi suegro no ha vuelto a pisar un estadio después de la tragedia”, refirió el mismo usuario.
“Un tío y un primo sí llegaron a entrar. Cuando ocurrió la tragedia, lo que hicieron ellos fue subir a lo más alto de la tribuna junto a la torre de control, y allí esperaron hasta que pasó todo”, señala Bumberto Gomero, en el mismo portal.