El Barça venció con mucha autoridad al Athletic de Bilbao en casa en un choque fundamental para seguir la persecución al Real Madrid. La primera mitad bastó a los culés para resolver un partido que no pudieron terminar ni Gavi ni Sergi Roberto por sendas lesiones.
El encuentro comenzó con el dominio total de los locales ante un conjunto vasco incapaz de mantener la posesión. Los culés querían ser fieles a su estilo, y buscaban avanzar con el esférico desde campo propio, con buenas transiciones defensa-ataque.
En el minuto 10 ninguno de los contendientes había probado al meta rival, aunque no tardaría en hacerlo el Barça. Fue Dembélé el que condujo hasta la frontal, se escoró hacia la izquierda y chutó al palo izquierdo obligando a Unai Simón a sacar una gran atajada. El rechace lo capturó Lewandowski, la colgó, y apareció de nuevo Dembélé para meter su primer gol de cabeza esta temporada.
El reloj marcaba el minuto 12 y el Athletic ya parecía completamente desarbolado por el equipo de Xavi, algo que quedó demostrado apenas seis minutos después. Sergi Roberto combinó en con Dembelé en dos pases, se internó en el área por la derecha y disparó cruzado para hacer el segundo.
Si la rapidez del segundo tanto fue demoledora para los de Valverde, la llegada del tercero apenas tres minutos después (21’) terminó de hundir a los vascos. La jugada fue sencilla, Dembélé se fue de Yuri sin dificultad, se metió dentro del área por la derecha, se la cedió a Lewandowski en el punto del penalti y este se giró y fusiló la meta de Unai Simón.
Con el partido sentenciado en veinte minutos el Barça siguió apretando, y estuvo mucho más cerca el cuarto que la reacción del Bilbao. Eso sí, hubo mala noticia para los culés, pues un choque entre Gavi y Dani García dejó fuera de combate al joven jugador culé.
A la vuelta de los vestuarios el Athletic mostró una cara diferente, al menos durante los primeros minutos en los que trató de tener el balón en campo rival. Esta dinámica duró poco, y de nuevo el Barça se hizo con las riendas para dejar correr el reloj con el balón en su posesión.
El acoso culé volvía a ser total, y las ocasiones se sucedían en torno a la portería del guardameta de la selección. Las más claras fueron de Pedri, que estrelló un balón al poste izquierdo rematando un centro lateral de Sergi Roberto, y de Ansu Fati con un disparo desde la frontal que se fue un poco más arriba de la escuadra derecha.
El Barça se divertía, y Ferran – que salió desde el banquillo– no quería perderse la fiesta. Así, en el 73 puso el cuarto tras recibir solo dentro del área un buen pase filtrado de Dembelé. La grada disfrutó, aunque una salida errática de Ter Stegen pudo suponer un bochornoso gol del Bilbao, y el Barça enseñó los dientes antes del partido más importante del curso ante el Bayern de Múnich del miércoles.