El fútbol inglés fue protagonista de distintos episodios surrealistas durante la última fecha de este fin de semana. Además de la insólita suspensión durante 30 minutos del duelo entre el Leeds y el Arsenal por un corte de energía, también se tuvo que retrasar un partido de la Championship (segunda división) por un curioso motivo.
Todo estaba listo para el inicio del encuentro entre el Hull City y el Birmingham por la decimocuarta fecha del campeonato en el MKM Stadium cuando los asistentes arbitrales descubrieron una anomalía en uno de los arcos del estadio.
Al parecer, el equipo local tenía el arco más grande del mundo y los responsables debieron achicarlo ante la atenta mirada de los espectadores que acudieron al recinto.
Cuando los jueces de línea se dirigieron hacia el arco para corroborar que todo estuviera en orden antes del pitazo inicial (generalmente se fijan si la red no está agujereada para que no haya “goles fantasma”), notaron que el travesaño estaba más alto de lo habitual. Posteriormente llamaron a una de las autoridades para que corrobore lo que habían encontrado.
En las imágenes se pudo ver el momento en el que los asistentes medían con un centímetro la altura del arco. Finalmente, se dieron cuenta que las medidas no respetaban las estipuladas por el reglamento de la FIFA, las cuales indican que tienen que medir 2.44 metros de alto por 7.32 metros de largo.
Cabe destacar que si bien cada campo de juego puede variar en sus medidas mientras se mantengan dentro de un rango específico, los arcos deben medir en todos los escenarios lo mismo.
Es por eso que, para que no se suspendiera el partido, los miembros del club acudieron a escena con una sierra para cortar el sobrante de los palos y así achicar la altura entre el travesaño y el césped.
El encuentro, que se vio demorado por unos minutos, finalmente se pudo llevar a cabo después de los arreglos que le hicieron a uno de los arcos y el equipo local terminó perdiendo por 2-0 debido a los goles de Troy Deeney de penal (14 minutos) y Juninho Bauna (47 minutos).
Con este resultado, el Hull City (que no juega en la primera división desde la temporada 2016-17) cayó al escalón número 21 de la Championship, mientras que su rival ascendió al puesto 12 y quedó a seis puntos del líder, el Burnley con 25 unidades.
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