Milán o Turín. En una de las dos ciudades italianas está previsto que Beppe Marotta, CEO deportivo de la Juventus, se vea con Ariedo Braida, por ahora empleado del club, y con Albert Soler, ejecutivo de rango altísimo en la parcela de deportes profesionales. El nombre de Paul Pogba estará encima de la mesa. El medio sabe del interés del Barça y el Barça contempla con mucha atención el futuro del futbolista, al que podría fichar y dejar cedido hasta enero (debería pactarse que no jugase Champions con la Juve) o bien hasta la próxima temporada.
En el Barça, la Comisión Gestora del club autorizó el viaje de Braida y Soler. Fuentes del club azulgrana aseguraron a AS que “traer al jugador no será nada sencillo ni rápido”. ¿Estrategia de mercado? ¿Realidad en busca de rebajar las intenciones de la Juve? Los italianos pretenden, de salida, 80 millones, aunque ahí podría no estar todo el problema, ya que el futbolista puede descolgarse pidiendo todo el dinero del mundo, más sabiendo que es objeto de deseo y que su fichaje le podría conducir a la presidencia al candidato que consiga su “sí, quiero”.
Enfado. El que tiene el precandidato Joan Laporta, que insistió ayer con el mismo mensaje de los últimos días. “Lo único que he dicho es que tengo muy buena relación con Raiola. Creo que la Juventus no hará nada hasta que no esté elegido el nuevo presidente. Con la institución italiana se hablará, pero hasta que no haya presidente no querrán sentarse en serio. Esto es un indicio de que la Juventus quiere vender, si es cierto lo que dicen. Pero creo que no se reunirán hasta pasado el día 19”.
Y luego disparó a la Gestora del Barça: “Es una manera impropia acorde con la forma de actuar de la junta directiva saliente. Actúan al límite de lo que dicen los estatutos. Espero que no sigan por este camino. Han vendido a Gerard Deulofeu al Everton y ahora quieren fichar a jugadores que valen grandes cantidades. No es normal que la junta gestora no elegida por los socios haga estas cosas. Puede enfadar a los socios”.