La selección inglesa logró el billete para semifinales tras vencer a la anfitriona Canadá. Fue una sorpresa para todos. Especialmente para los canadienses que esperaban que su equipo lograra el pase y estuviera en la final. Era su Mundial y las expectativas eran máximas. No pudo ser. Las 23 leonas truncaron este sueño. Hicieron historia. Por primera vez la selección inglesa lograba el pase para las semifinales en un Mundial femenino.
Inglaterra no estuvo sola. Desde el comenzó el campeonato el pasado 6 de junio, todo el país ha estado pendiente de la actuación de las de Mark Sampson. Partido tras partido, han sentido el aliento de todo un país, unido esta vez por el fútbol femenino. Beckham, Wayne Rooney o Gary Cahill son sólo algunos nombres de los que no las han dejado solas. El camino no ha sido fácil. En la fase de grupos se enfrentaron a Francia, Colombia y México. En los octavos a la todopoderosa y experimentada Noruega, a la que vencieron contra todo pronóstico. El reto mayor llegó en los cuartos: tenían que eliminar a una de las favoritas, la anfitriona Canadá.
Las leonas salieron al BC Place de Vancouver a comerse el mundo. Y en 14 minutos ya vencían por 2-0. Eran once futbolistas sobre el terreno de juego pero muchas más en la lucha. Los mensajes de apoyo de los más grandes de Inglaterra de todos los tiempos, volcados con ellas desde el inicio, sirvieron de ayuda. Y los casi 2 millones de espectadores vieron el partido por televisión en su país también. Bronze, Taylor, Houghton, Willims, Chapman y compañía han recuperado el histórico dominio inglés en el fútbol. Esta vez fueron las chicas. Japón, actual campeona del mundo, les espera en semifinales. Las leonas han demostrado en Canadá no tener límites.