Luego de dos años cerrados. Luego de paros, huelgas, y de casi quedarse abajo, el Estadio Ester Roa Rebolledo está listo para reabrir sus puertas. La entrega de obras a la Presidenta Michelle Bachelet zanjó los últimos detalles, pero el inicio oficial será este sábado. Los cuartos de final entre Brasil y Paraguay estrenarán el último estadio de la Copa América.
El histórico recinto de Avenida Collao se convirtió al final en el más caro de los que albergan el certamen continental. Si en el inicio de las obras en 2012, el costo estimado del recinto se acercaba a los 15 mil millones de pesos (22 millones de euros), finalmente el monto utilizado en su construcción se duplicó.
Con un 95 por ciento de avance el costo total asciende a 30.560 millones (45 millones de euros) y según cifras oficiales llegaría incluso a los 33.929 millones para el inicio del Mundial Sub 17 en octubre. Es decir, más del doble de lo que costó por ejemplo Sausalito (13 mil millones) y el triple de La Portada de La Serena (11 mil millones).
¿Qué pasó entre medio entonces? Una suma de equivocaciones. Según explica el seremi de la Región del Bío-Bío, Álvaro Migueles, los millonarios costos extras, se produjeron por los problemas con la empresa constructora Copasa, contrato que fue finiquitado el 12 de mayo del 2014 por el evidente retraso de las faenas.
Ahí, -luego de una nueva licitación- pasaron a manos de la Empresa Claro Vicuña Valenzuela, quienes lograron cumplir con las fechas, para que el recinto pudiese mantenerse como sede de Copa América, cuando su participación se encontraba en riesgo.
Hoy el recinto luce renovado. Con aforo para 30.261 espectadores, con techo en todas las tribunas del estadio, una cancha resembrada con Ray Grass para las lluvias, 212 focos de iluminación, y dos marcadores de última tecnología, que son el reflejo del nuevo rostro que saldrá el continente también en semifinales y en la disputa por el tercera lugar.
Después eso sí, las dudas persisten. Según cifras oficiales, la mantención del recinto tendría un costo de 1 millón de dólares al año, y los clubes de la región ya advirtieron que no tendrían los montos necesarios para su millonario arriendo. De esta forma será tarea del gobierno regional hacer rentable un recinto que nace con dos rótulos: el más lindo y el más caro de la esta Copa América.