Un episodio duro vivió el fútbol en los últimos años de la década de los noventa, específicamente en octubre de 1998 en el Congo, país de África, cuando un rayo cayó durante un partido matando instantemente a once jugadores. Aquí todos los detalles de aquel capítulo negro.
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El trágico partido de las once muertes
En la Región de Kasai de la República del Congo, se desarrolló un encuentro por la primera división de aquel país. El partido enfrentaba al Bena Tshadi como el local y al Basanga como el equipo visitante.
Aquel día el ambiente se encontraba nublado y caía una intensa lluvia que envolvía el estadio, pero pese al complicado tiempo climático, el partido se desarrolló sin problemas durante todo el primer tiempo. Lo peor vendría en la segunda mitad.
El marcador iba empatado 1-1 cuando el árbitro dio inicio a la segunda parte, y tan solo pocos instantes después un rayo impactó el gramado del recinto deportivo matando en el momento a los once jugadores del equipo local.
“El rayo mató de golpe a 11 jóvenes jugadores de entre 20 y 35 años que disputaban un partido de fútbol. Los atletas de Basanga curiosamente salieron indemnes de la catástrofe”, informó el medio local L'Avenir de Kinshasa.
Los siguientes minutos tras la caída del rayo y con los futbolistas tendidos inmóviles en el césped, fueron de caos, descontrol, penuria y desesperación por parte del comando técnico, directivos y espectadores, quienes también fueron impactados en la tribuna, pero que afortunadamente no recibieron daños mayores.
¿Qué pasó con el combinado rival?
El Basanga, equipo visitante, salió ileso del duro momento y de inmediato el hecho se prestó a suspicacias, como por ejemplo, que todo se trató de una brujería por parte de aquel club para perjudicar a su contrincante y ganar el duelo.
Y es que este tipo de costumbres eran muy practicadas en esa zona del Congo, ya que culturalmente están muy arraigados a prácticas oscuras a cargo de brujos y curanderos, inclusive, algunos dirigentes de fútbol revelaron por esa época tras lo sucedido, que habían equipos que tenían brujos dentro de sus planteles y así se dio inicio a miles de denuncias de magia negra en el fútbol congoleño en los siguientes meses.
“La naturaleza exacta del rayo ha dividido a la población de esta región, que es conocida por su uso de fetiches en el fútbol”, escribió el medio L'Avenir de Kinshasa un día después del accidente.
La verdad de la tragedia
Luego de algunos días, la Federación de Fútbol del Congo comunicó a través de un anuncio oficial que los futbolistas que perecieron en aquel fatídico accidente, portaban toperoles de aluminio en sus chimpunes, lo que facilitó la conducción de la descarga eléctrica en sus cuerpos.
El equipo rival, en cambio, no sufrió ninguna consecuencia ya que todo su plantel usaba toperoles de plástico, lo cual no es ningún conductor eléctrico y así salvaron su vida.
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