Se forjó a fuerza de goles y las estadísticas lo tienen como uno de los máximos anotadores de Liga en Medio Oriente. Pero en la actualidad intenta aprovechar "la última chance de ir al Mundial".
La referencia la lanza Sebastián Tagliabúe, que hace diez años intenta entender el idioma de sus compañeros adentro de la cancha. El suyo, claro está, es el contacto con la red.
Llegó a principios de la década de 2010 a Arabia Saudita para jugar en Al-Ettifaq, aunque siempre rescata su gran paso por Al-Shabab. Afirma que "en Riad la pasamos muy bien" porque "era un muy buen equipo, movían muy bien la pelota, fue soñado jugar ahí".
Entrevistado por el programa Caravana Qatar, de FM 102.3, también mencionó las dificultades para la adaptación: "Los árabes son muy irrespetuosos y hay muchas restricciones. Por ejemplo los restaurantes tienen entradas diferenciadas para familias o para varones solteros. Una vez le faltaron el respeto muy mal a mi esposa y me quería ir".
Hoy, dice que el primer rival de Argentina en el Mundial "está en un nivel muy alto, crecieron mucho". Agrega que "Arabia siempre fue un país con un fútbol muy friccionado, con mucho ritmo" pero que con el tiempo "le agregaron muy buen fútbol y por eso son la mejor selección de Asia". Avisa que "no será un rival sencillo sino se lo afronta con seriedad" aunque destaca el poder del conjunto de Lionel Scaloni.
Emiratos, salto y pasaporte
El paso a Al-Wahda de Abu Dabi, la capital emiratí, en 2013, fue decisivo. Pese a un inicio donde le costó adaptarse, el paso de los años lo tiene habiendo convertido más de 200 goles y ubicándose cerca de ser el goleador histórico de la liga local.
Por eso el gigante Al Nasr lo contrató hace un par de temporadas.
"Es un país más occidental, donde mi esposa podía manejar, la mayoría habla inglés, a diferencia de Arabia, y hay gente más amable", sentenció.
Sus gritos lo llevaron a ser, casi de manera sorpresiva, nacionalizado. Y rápidamente, vestir los colores de la Selección, donde inclusive le anotó un gol a Uzbekistán en su debut, en 2020.
"No me lo esperaba, no tenía ni comentarios ni nada. Y me enteré cuando fui a recibir el premio de Mejor jugador del torneo, en la fiesta de fin de año. Ahí le doy la mano al presidente de la Federación y me dijo: '¿Qué me decís si te doy el pasaporte para jugar en la selección?'. Quería demostrarle toda la felicidad que tenía, es un orgullo. Con la familia le tenemos mucho aprecio a este país", sentenció.
Este martes desde las 15:00 de Argentina, Emiratos juega la primera parte del Repechaje ante Australia. De pasar, el lunes los espera Perú.
Sobre el rendimiento del equipo que hoy dirige su compatriota Rodolfo Arruabarrena, graficó que "no creí que llegábamos a esta instancia", aunque "con el Vasco (por el DT) cambiamos mucho, hace las cosas muy fáciles y mejoramos mucho".
A la distancia y con 37 años a cuestas, se ilusiona con llegar a Qatar porque "es la única posibilidad que voy a tener para jugar un Mundial y por eso tengo muchas ilusiones".