Una de las mayores sorpresas en esta primera jornada de la UEFA Nations League se dio en el Puskás Arena, donde la selección de Hungría recibió a la subcampeona de la última Eurocopa, Inglaterra. El triunfazo de los magiares por 1-0 fue festejado por un inédito público conformado por cerca de 30.000 niños, quienes fueron la solución perfecta para la sanción que arrastra el combinado local.
En julio del 2021, la UEFA multó a Hungría con 100.000 euros y tres partidos a puertas cerradas (posteriormente reducida a dos) como castigo por los gestos racistas de sus barristas durante los encuentros ante Portugal y Francia, en Budapest, por la Eurocopa.
“Conforme a la decisión del pasado otoño de la UEFA, la Federación de Fútbol de Hungría debe organizar el cotejo contra Inglaterra a puerta cerrada”, había comunicado el equipo de Europa del Este en la previa. Sin embargo, sacó provecho de las propias normas del organismo continental para poder copar las gradas del estadio con miles de pequeños fanáticos.
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Según el artículo 73 del reglamento disciplinario de la UEFA, en este tipo de encuentros se permite la entrada a los menores de 14 años, acompañados de un adulto responsable, en grupos de un mínimo de 10 personas. En caso de que los niños pertenezcan a escuelas o academias de fútbol, el ingreso puede ser gratuito.
Hungría líder de su grupo en la UEFA Nations League
Con la victoria sobre el conjunto de los tres leones gracias al gol de penal de Dominik Szoboszlai, Hungría lidera el Grupo 3A del torneo, que completan Italia y Alemania, con un punto cada una luego de su empate.
Con información de EFE