El milagro del Real Madrid en esta Champions no se entiende sin Thibaut Courtois, el gigante de casi dos metros de estatura con guantes blancos que parece ser el superhéroe del madridismo que hoy se regocija con la decimocuarta Champions League. Tan influyente como Karim Benzema, tan importante como el gol de Vinícius… tan grande como el mismo Madrid.
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Ante el Liverpool en el Stade de France, el belga realizó nueve atajadas -siete dentro del área-, algo nunca visto en una final de Champions. Edwin van der Sar contra el Barcelona en 2009 y Alisson ante el Tottenham en 2019 hicieron ocho, de acuerdo al dato del estadístico Míster Chip. Thibaut los superó.
La noche milagrosa del belga, elegido por la UEFA como el mejor del partido por obvias razones, fue también el resumen de lo que ha sido esta Liga de Campeones para el Real, en la que se ha visto obligado a hacer 61 atajadas en 13 partidos -recibió 14 goles-, una marca que ningún otro portero ha podido sumar nunca.
“Tenía la sensación de que nadie me podía meter un gol hoy”, dijo Thibaut Courtois en conferencia de prensa. Se sentía un superhéroe. Lo confirmaron en el campo Sadio Mané y Mohamed Salah, la dupla del Liverpool que se cansó de hacer goles pero no pudieron ante el gigante belga. Y lo sabía Carlo Ancelotti, viejo zorro, con esa sabiduría que le dan sus 62 años y esa experiencia de ser el único entrenador con cuatro ‘Orejonas’ en su casa. “Le dije: Thibaut, te llevo a la final y después la final la ganas tú”, contó en la misma conferencia mientras el portero asentía.
Courtois llegó al Madrid en junio de 2018, la temporada siguiente a la que el Real Madrid ganó el tricampeonato europeo, procedente del Chelsea y con un pasado en el Atlético de Madrid que lo condenaba. Cuatro años después, se convirtió en el gran protagonista de la decimocuarta.
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