El 23 de julio de 2020, a tres días de comenzar un nuevo torneo, el español Miguel González ‘Michel’ anunció de forma sorpresiva que “por motivos personales y familiares” dejaba de ser el entrenador de los Pumas.
Tras más de un año en el club, en el que predominaron los sinsabores sobre las alegrías, el exfutbolista del Real Madrid dejó tirados a los universitarios, que con el tiempo encima voltearon la mirada al interior de la casa para echar mano de quien en aquel entonces estaba al frente de las fuerzas básicas, Andrés Lillini.
De esta manera, un auténtico desconocido asumió el reto de encabezar un interinato mientras la directiva auriazul buscaba al sustituto de ‘Míchel’.
Luego de sus primeros partidos con resultados positivos, en cada conferencia de prensa Lillini dejaba en claro que no tenía la menor intención de permanecer en el cargo como técnico del primer equipo, pues asumió el ‘bomberazo’ ante una emergencia, pero su lugar en fuerzas básicas lo esperaba.
El resto es historia. A Pumas se le cayeron algunos candidatos u otros sencillamente no convencieron, pues sonaron los nombres de Hugo Sánchez, Ricardo La Volpe, Bruno Marioni, Juan Antonio Pizzi, Hernán Cristante y hasta Jorge Campos.
Sin embargo, con el paso de las fechas se tomó la decisión más sensata en mucho tiempo en el Club Universidad: ratificar a Lillini como primer entrenador por todo el torneo, y de acuerdo con los resultados, analizar su permanencia.
Hoy, a casi dos años de distancia, el argentino con pasado en el CSKA de Moscú, ha llevado a los felinos a una Final de Liga MX (que perdió ante el León), una Semifinal en la que el Atlas pasó con un arbitraje por demás polémico, y ahora a la Final de la Concacaf, con remontada incluida en los Cuartos tras levantarse de un 0-3 frente al New England Revolution.
Pero no son los números el principal elemento para definir la gestión de Lillini. Pumas ha recuperado la identidad, es un equipo reconocible, volvió la tradicional garra, y se apuesta de verdad y con fundamentos por los jóvenes. El timonel suma 14 debuts.
El argentino suele alejarse de los pretextos, pues en sus declaraciones predominan la sensatez y autocrítica, y difícilmente se queja si le venden a uno, dos o tres futbolistas fundamentales al final de cada torneo. Andrés Iniestra, Carlos González, Juan Pablo Vigón y Érik Lira, entre otros, han salido durante este periodo que ha estado al frente del club.
Es un facilitador de soluciones, un personaje que trabaja, y más allá de los resultados, que evidentemente no siempre lo han acompañado, no se aleja de la filosofía universitaria, y menos desde la llegada de Miguel Mejía Barón a la directiva.
Así las cosas, los auriazules echaron de la Semifinal de la Concachampions a un Cruz Azul que los supera en plantel y presupuesto, pero no en ambición y dominio de una idea de juego. Están en las puertas de un Mundial de Clubes, y más allá de que consigan o no llegar, la sentencia no puede cambiar: Pumas está en buenas manos, las manos de Andrés Lillini.