Hoy, 8 de marzo, se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha en la que recordamos el rol de la mujeres en la sociedad y la constante lucha por lograr igualdad de condiciones con los hombres en distintos ámbitos, especialmente en el laboral. La industria de los videojuegos no ha sido ajena a la lamentable realidad que viven las trabajadoras femeninas y pese a tener una abrumadora presencia masculina, esto no ha impedido que surjan desarrolladoras con un rol determinante en el medio.
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Desde los inicios del gaming como ejercicio de programadores e informáticos en los años 60 hasta la actualidad en la que los videojuegos son considerados una de las ramas más importantes del entretenimiento, han existido mujeres que no solo han inspirado a legiones de desarrolladores que vinieron después de ellas, sino que además demostraron que el talento no entiende de género.
A continuación, te contamos 6 historias que se encargaron de impulsar la igualdad de género en los videojuegos.
Mabel Addis
Mabel Addis Mergardt fue una escritora y profesora nacida en Mt. Vernon, Nueva York en Estados Unidos el 21 de mayo de 1912. Llamada Mabel Holmes antes de contraer matrimonio con Alexander L. Addis en 1942, esta tuvo una carrera brillante durante su etapa como estudiante y esto la llevó a ser reclutada por IBM y las Juntas de Servicios Educativos Cooperativos para crear The Summerian Game, el primer videojuego de computadora basado en texto, en 1964 para la IBM 7090. Su trabajo como diseñadora en este proyecto la llevó a ser reconocida como la primera desarrolladora femenina de videojuegos, un título que a menudo comparte con Carol Shaw, diseñadora de Tic-Tac-Toe. de Atari. Falleció el 13 de agosto de 2004.
La contribución de Addis no debe ser pasada por alto ya que, además de participar en un hito de la historia del gaming, también fue la primera representante de las mujeres en la industria en lo que a desarrollo se refiere.
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Roberta Williams
Nacida el 16 de febrero de 1953 en La Verne, Estados Unidos como Roberta Heuer, esta escritora y posteriormente desarrolladora de videojuegos fundó la compañía Sierra On-Line, más tarde conocida como Sierra Entertainment, junto a su esposo Ken Williams en 1979 para crear y publicar sus propios títulos. En 1980, Williams lanzó Mystery House, su primer éxito comercial reconocido como la primera aventura gráfica. Sus otros trabajos incluyen nombres como el aclamado King’s Quest y Phantasmagoria.
Cuando Sierra fue adquirida por CUC International en 1996, Williams no estuvo de acuerdo con las decisiones creativas y de negocios, por lo que abandonó la compañía tras la publicación de King’s Quest: Mask of Eternity en 1998 y se retiró de la industria de los videojuegos en 1999 para viajar por el mundo y escribir novelas de ficción. En 2021, expresó su deseo de retornar al desarrollo de videojuegos con una nueva obra llamada The Secret.
Roberta Williams es considerada como una de las figuras más influyentes del medio por su trabajo en Sierra Entertainment estableciendo el género de la aventura gráfica y creando varias de las mejores obras de esta rama del gaming. A menudo es llamada “reina de los juegos de aventura” por sus títulos.
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Kim Swift
Kimberly Swift nació en 1983 en Estados Unidos. Tras graduarse del DigiPen Institute of Technology en 2005, su deseo por desarrollar videojuegos la llevó a unirse a Valve Corporation como diseñadora, participando en algunos de los títulos más aclamados del estudio como son Portal, Left 4 Dead y Left 4 Dead 2. Posteriormente, Swift se aventuraría a otras compañías como Artight Games, Amazon, Electronic Arts, Google Stadia y Xbox Game Studios, a la que pertenece actualmente, siempre con la intención de hacer lo que más le apasiona: crear experiencias únicas y memorables para los jugadores.
Desde su incursión en la industria, Swift ha sido considerada por la prensa especializada como una de las jóvenes promesas de los videojuegos debido a la plétora de obras en las que participó. Tras el lanzamiento de Star Wars Battlefront II, último proyecto en el que trabajó activamente como parte del equipo desarrollador, Swift se ha enfocado en innovar y experimentar con el gaming en la nube para seguir contribuyendo con el medio.
Amy Hennig
Nacida en 1964 en Estados Unidos. Hennig se graduó de la Universidad de California, Berkeley en literatura inglesa y luego fue a la escuela de cinematografía de San Francisco State University, donde fue contratada por Atari para trabajar en un videojuego llamado ElectroCop. Esta experiencia la llevó darse cuenta de que el gaming le interesaba más que el cine, por lo que abandonó la escuela y dirigió sus esfuerzos a esta nueva pasión descubierta.
Su talento como escritora la llevó a ser contratada por Electronic Arts donde diseñó el título Michael Jordan: Chaos in the Windy City en 1994 para Super Nintendo. No obstante, su verdadero trampolín al estrellato llegaría con la franquicia Legacy of Kain, siendo parte del equipo de Blood Omen: Legacy of Kain y posteriormente dirigiendo, produciendo y escribiendo la secuela Legacy of Kain: Soul Reaver, uno de los videojuegos más recordados de PlayStation, en 1999.
Gracias a su trabajo en estos títulos, Hennig llamó la atención del estudio Naughty Dog y la contrataron poco tiempo después para dirigir Jak 3 en 2004 pero, el trabajo de su vida llegaría en 2007 con Uncharted: Drake’s Fortune, el primer título de la franquicia que creó y dirigió. El éxito del juego como exclusivo de PlayStation 3 fue tal que lo acompañaron dos secuelas, también de la mano de Hennig, y una cuarta entrega en la que tuvo poca participación debido a que abandonó el estudio en 2014. Actualmente pertenece a Skydance Media y está participando en el futuro Forspoken de Lumina Studios y Square Enix
Amy Hennig es una de las desarrolladoras más importantes de la industria de los videojuegos debido a su fundamental participación en tres grandes y exitosas franquicias. La revista Edge la considera una de las mujeres más influyentes del medio y con justa razón. Su estilo, narrativa y visión creativa son sumamente notables en sus obras y estas han sido de especial relevancia para sus respectivos estudios..
Yoko Shimomura
Nacida el 19 de octubre de 1967 en la prefectura de Hyougo, Japón, Shimomura demostró interés por la música desde muy temprana edad, llegando incluso a componer sus propias piezas cuando inició sus lecciones de piano a los 5 años. Tras graduarse de la Universidad de Música de Osaka, su pasión por los videojuegos la llevó a probar suerte en esta industria, pese a la negativa de sus amigos y familiares ya que, en aquella época, la música de videojuegos no era muy respetada.
Por fortuna, esto no fue impedimento para que Shimomura aceptara la oferta de trabajo que Capcom le ofreció, iniciando así una fructífera carrera que la llevó a ser considerada como una de las mejores compositoras en la industria de los videojuegos al lado de colosos como Nobuo Uematsu (Final Fantasy), Koichi Sugiyama (Dragon Quest) o Yasunori Mitsuda (Chrono Trigger).
Sin la música de Shimomura, videojuegos tan icónicos como Street Fighter II, Super Mario RPG, la saga Mario & Luigi, Radiant Historia, Parasite Eve, Legend of Mana y sobre todo la franquicia Kingdom Hearts no serían lo mismo y es justamente esto lo que la ha llevado a ser considerada como una de las artistas más influyentes de Japón y del mundo en lo que a gaming se refiere.
Michiru Yamane
Nacida el 23 de septiembre de 1963 en la prefectura de Kagawa, Japón, Yamane inició desde muy joven en el mundo de la música dado que contaba con órgano eléctrico en casa de sus padres. Tras tomar clases de piano y fascinarse con estilos como el rock y la música clásica, también desarrolló un gran interés en los videojuegos jugando en locales de Arcade o con la Famicom de amistades cercanas.
Mientras estudiaba en la Universidad de Artes de la Prefectura Aichi, Yamane fue contratada por Konami y pasó a formar parte de su prestigioso Kukeiha Club, el equipo encargado de componer la música para los videojuegos de la compañía. Es aquí donde inició su carrera que llegaría a su cúspide con su participación en la serie Castlevania.
Yamane fue responsable de varias de las piezas más memorables de los videojuegos modernos de la saga como Bloodlines, Aria of Sorrow, Harmony of Dissonance, Lament of Innocence, Portrait of Ruin y, por supuesto, el seminal Symphony of the Night, considerado como uno de los mejores videojuegos de todos los tiempos. Actualmente, el legado de Yamane es intachable y ha inspirado a cientos de nuevos compositores gracias a su particular estilo.