El lateral revelación de la escuadra lagunera cambió la casaca de las Águilas, luego de visitar en una ocasión las instalaciones de los Guerreros
En el 2013, Omar Campos estaba viendo desde su casa, en una de las vecindades de Tepito, en la Ciudad de México, la final que Moisés Muñoz le arrebató a Cruz Azul. El lateral de Santos, en esa época, tenía 13 años, y era aficionado de las Águilas, ahora, después de rechazar en dos ocasiones al América y al Monterrey, busca alargar la sequía de La Máquina Celeste.
“Mi hijo estuvo dos veces en el América, con Guillermo Naranjo, en la Sub-13, pero en las dos ocasiones un día regresó y me dijo que no quería seguir. En la segunda sí me dio pena, porque le había pedido el favor al profe de que lo dejara volver. Monterrey también lo quería, hasta nos pagó boletos de avión y todo, pero él no quiso. Santos fue el que un día lo llevó a conocer las instalaciones y regresó encantado, por eso se fue allá”, cuenta Omar Campos, a ESPN Digital, el papá del jugador de Santos.
El lateral de Santos aprendió a driblar jugadores en las calles del Barrio Bravo de Tepito y pisó los mismos rumbos que uno de los ídolos del América, Cuauthémoc Blanco. El chico de 18 años inició su andar en el futbol en el Deportivo Elías Calles y en el Deportivo Eduardo Molina, cerca del Barrio Bravo, lugares en los que todavían se recuerdan las jugadas del ex azulcrema que ahora es gobernador de Morelos.
“Hice un equipo y mi hijo era delantero. De ahí le dieron una beca para seguir jugando futbol y se lo llevaron a varios torneos en Europa, metía de 30 o 50 goles, algo exagerado. Tenemos todas las medallas y reconocimientos a mejor jugador del torneo. En Santos, el profe Almada le dijo que le gustaba cómo jugaba y que lo iba a probar de lateral, pues mi hijo no lo pensó y dijo que sí”, cuenta el papá de Omar Campos, el chico de 18 años que fue titular en las semifinales contra Puebla.
En su vacaciones, Omar Campos regresa a Tepito y convive con sus amigos de la infancia, aunque la camiseta del América la cambió por la de Santos y ahora busca que Cruz Azul sume otros seis meses sin ser campeón.
“Omar va por primera vez a la banca en el juego contra Cruz Azul de este año y debuta en el de Tigres, todos en el Barrio Bravo estaban gritando, bien emocionados. Siempre me habla después de los juegos y le digo que le chingue, que está a la mitad de su verdadero nivel. Ya platicamos de la final, le dije que no se ponga nervioso, que se divierta jugando y él me dijo que lo va a hacer”.