Un beso no se le da a cualquiera e Israel Jiménez se lo ganó a pulso después de la forma en la que cobró el penal que le dio el título a Tigres contra Pumas.
El portero campeón, Nahuel Guzmán, justificó el beso relámpago entre él y su compañero.
Pasó muy rápido, pero ya en cámara lenta pudo verse que sí hubo contacto entre el portero y el zaguero. Y como no es su intención negarlo, el arquero argentino mejor bromeó al respecto de aquel momento donde fue a celebrar de forma muy efusiva a un Israel Jiménez que extendió sus brazos al cielo y que con la mirada fija al frente, no esperaba el festejo de su compañero de enfrente.
“Lo del beso fue una reacción. Era lo mínimo que podía hacer. Con la tranquilidad con la que pateó, se lo merecía”, mencionó Nahuel Guzmán, quien desde su llegada ha sido titular con Tigres y lo seguirá siendo en el próximo torneo que inicia este fin de semana.
En Argentina son más comunes ese tipo de gestos, lo que no es común es que se le haga un pasillo al campeón, por lo que el cancerbero no culpa a Toluca ni a su técnico por la decisión tajante no reconocer al coronado al estilo de algunas ligas europeos.
“Están en su derecho”, concedió Guzmán ante la postura de los Diablos Rojos, a los que visitarán el domingo en la Jornada 1 del Clausura 2016. “En Argentina no se usa, el campeonato lo ganamos igual; al que le guste disfrutará con nosotros”.
El título seguirá reluciendo para Tigres, pese a que la historia de cómo lo consiguieron no sea la favorita de las mayorías. Tuvo de todo, incluso un final inesperado entre Jiménez y Guzmán.