En butacas apartadas, pero unidos por la misma melodía, los aficionados del Arsenal devolvieron cierto sentido de normalidad a un estadio inglés.
Incluso estuvo de regreso el habitual cántico contra su rival del norte de Londres: “Ponte de pie si odias al Tottenham”.
Los hinchas tuvieron que esperar 271 días para volver al estadio Emirates y para ver la forma en que Alexandre Lacazette corrió a fin de celebrar con ellos. Igual que lo hizo en marzo ante el West Ham, ahora Lacazette anotó primero ante el Rapid Viena.
El jueves, los 2000 seguidores afortunados que estuvieron en el encuentro de la Europa League fueron los primeros que tuvieron permitido ingresar a un encuentro competitivo en Inglaterra desde el 11 de marzo —el día que la Organización Mundial de la Salud declaró al coronavirus una pandemia. Se detuvieron los deportes y se cerraron los estadios a los aficionados una vez que se reanudaron las competencias.
El Reino Unido no ha seguido las tendencias de Europa. Tiene la mayor cantidad de muertes por COVID-19 del continente, más de 60 000, y unas 414 en el mismo día del encuentro del Arsenal. Pero es la primera nación que permite que regresen los espectadores a un encuentro de fútbol durante la segunda ola de coronavirus.
Steve Manzanero, seguidor de los Gunners, se recuperó del coronavirus el mes pasado.
“Fue bastante desagradable”, relató el aficionado, quien sin embargo consideró necesario que los hinchas regresaran a los estadios, como parte de la reapertura de la sociedad.
“Lo peor ha sido escuchar a nuestro equipo, a nuestros futbolistas que tratan de jugar sin el ruido de ningún seguidor”, consideró.
Se insta a los espectadores para que no intercambien palmadas ni abrazos, como parte de las medidas de distanciamiento social. Será más difícil evitar que canten.
“Estoy cantado a todo pulmón”, dijo Manzanero. “Si no estoy ronco para cuando regrese, es que no me la he pasado bien”. (D)