La contratación de Gabriel Wainer –en el marco de la constitución de una Secretaría Técnica en la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF)– supone el inicio del consolidamiento de un correcto proceso de selecciones nacionales de la FEF desde las categorías formativas. Dicho –y resumido– por el propio profesional argentino, él es el responsable de “poner a las selecciones en óptimas condiciones cada vez que salgan al campo de juego y que no falte absolutamente nada a la hora de que el entrenador empiece a trabajar”. Realizó, además, contactos con Felipe Caicedo y Cristian Ramírez, quienes mantienen su postura de no venir a la Selección. Wainer charló con EL UNIVERSO antes del anuncio oficial de la convocatoria (pautado para la noche de hoy) para el debut de la Tricolor en la eliminatoria sudamericana al Mundial 2022 el 8 de octubre (19:10), contra Argentina.
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Desde su experiencia y éxito en procesos mundialistas, ¿en qué nivel se encuentra Ecuador?
Las selecciones se encuentran en un buen momento para profundizar el trabajo que venía haciendo Jorge Célico, tanto en la sub-17 como en la sub-20. Ha surgido una generación de jugadores que creo que tienen un presente muy bueno y un futuro excepcional si se saben manejar con profesionalismo, si saben elegir lo mejor para sus respectivas carreras. Tal vez hay que generar un poco más de confianza en que los procesos de los entrenadores deben respaldarse y terminar.
El staff técnico de Gustavo Alfaro terminó de completarse esta semana, ¿en qué áreas percibieron que tenían que reforzarse?
En el cuerpo técnico ya conformado por Gustavo Alfaro hay dos asistentes de campo, dos preparadores físicos y un analista de video. A ellos le hemos sumado el entrenador de arqueros, Diego Carranza (argentino); y, eventualmente, también va a estar trabajando un asistente a modo exterior, viviendo en Europa. Sería un tercer asistente a distancia, pero aún no está confirmado. Como cabeza principal del cuerpo médico de la Selección mayor fue contratado el doctor Camilo Chiquito e incorporamos también al kinesiólogo Martín Petrelli (argentino).
¿En qué consiste su trabajo?
Independiente del rótulo que le pongan, podría ser director deportivo o secretario técnico; no le cambia mucho el título de mi cargo, sino lo que hay que hacer. Vengo a poner a las selecciones de la FEF en óptimas condiciones cada vez que salgan al campo de juego; o sea, que no falte absolutamente nada a la hora de que el entrenador empiece a trabajar. Para ello hay un sinfín de cosas que va desde monitorear a los futbolistas, monitorear los descansos, colaborar cercanamente con cada cuerpo técnico si necesitan organizar el scouting de jugadores. Controlar itinerarios de viajes, contratar los mejores hoteles que tengamos a disposición, ver campos de entrenamiento, nutrir de tecnología, big data, y controlar que no falte nada.
Como su trabajo también implica hacer seguimiento a los legionarios, ¿le compete tratar de convencer a Felipe Caicedo, por ejemplo, que se alejó de la Tri desde septiembre de 2017, o a Cristian Ramírez?
A través del cuerpo técnico, y también con parte de mis gestiones, hemos dialogado con ambos, pero por el momento Cristian ya manifestó públicamente que su intención es no participar del proceso de la Selección. Y lo mismo dijo Felipe. Se respeta la decisión de cada uno y nos vamos a hacer absolutamente fuertes con todos los muchachos que sí quieren venir a defender la camiseta de la Tri.
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¿Ya se comunicó usted con el Villarreal para conocer el estado físico de Pervis Estupiñán, tras su lesión el miércoles pasado en un partido de LaLiga?
Respecto al golpe que sufrió en uno de sus tobillos, el médico Camilo Chiquito se comunicó con él y el jugador le dijo que estaba mejor después del partido, ya con mucho menos dolor. Para ser franco, estoy al aguardo de que el doctor baje del avión (en Quito el jueves pasado) porque ahí va, inmediatamente, a recibir en su correo el estudio de lo de Pervis. Sí puedo decir que un par de horas después del partido Pervis no estaba tan dolorido. El club igual le realizó una imagen para descartar cualquier cosa. (D)