A 1245 kilómetros de los Campos Elíseos, en la pequeña ciudad de Komenda, al norte de Liubliana, vecinos y aficionados se reunieron este domingo para celebrar la victoria sorpresa en el Tour de Francia de Tadej Pogacar, nacido hace casi 22 años en esta localidad.
En los alrededores de la sala de deportes de Komenda se reunieron varios centenares de personas para seguir la carrera en una pantalla de televisión instalada en el parking. Muchos iban con su bicicleta y lucían maillots de color amarillo, el que simboliza el triunfo en la ronda gala.
Esta reunión fue organizada de un día a otro. Como casi en toda Eslovenia, la mayor parte de los habitantes de Komenda, entre ellos el alcalde Stanislav Poglajen, esperaban que la victoria fuera para otro esloveno, Primoz Roglic, y que el segundo lugar fuera para Pogacar.
Pero la contrarreloj del sábado revolucionó todos los planes, con Pogacar volando al liderato ante la perplejidad general.
En una noche, la rotonda principal de la ciudad se transformó en un homenaje al hijo más ilustre de este pequeño lugar de 6300 habitantes.
El perímetro de esa rotonda fue pintado de amarillo, de blanco y de blanco con lunares rojos, en homenaje a los colores de los tres maillots que Pogacar ha logrado en este Tour. Muchos no dudan en hacerse fotografías en este sitio bajo el sol de Komenda, que se ha convertido inesperadamente en la capital eslovena del ciclismo.
El alcalde, quien vistió una camiseta amarilla, contó que se pintaron los bordes de la rotonda por la noche. Una muestra más de cómo el éxito de Pogacar el sábado sorprendió desprevenidos a todos. "Pogacar nos ha sorprendido para bien", admite el alcalde.
'El más fuerte ganó'
Pero la sorpresa no ha sido agradable para todos. En la multitud había también fans de Primoz Roglic. Algunos anularon los festejos que habían previsto para este domingo y acudieron a Komenda para sumarse a los de Pogacar. Roglic, gran favorito, perdió en la penúltima etapa los 57 segundos de ventaja que tenía.
Roglic nació en Trbovlje, una pequeña ciudad de 16 000 habitantes que está a apenas 60 kilómetros de Komenda.
"Hubiéramos preferido que Primoz ganara, pero el más fuerte ganó. Hemos venido aquí para felicitar a los fans de Pogacar", afirmó Jure, un joven de unos veinte años.
-- Your #TDF2020 winner: ---- @TamauPogi --
-- Le vainqueur du #TDF2020 : ---- @TamauPogi --#TDFunited pic.twitter.com/DnJ8GQTJXm
— Tour de France™ (@LeTour) September 20, 2020
Cerca de él, Marko Grilc, un jubilado de unos 70 años con el maillot amarillo a su espalda, admitía estar "decepcionado" por Roglic, pero contento por Pogacar, el ídolo de Komenda: "¡Tadej es de los nuestros!".
Una mujer de unos cincuenta años trabajaba en su jardín, cerca de él. No parecía muy contenta con el triunfo de Pogacar.
"Sé por qué habéis venido, habéis venido por él (Pogacar), ¡pero Roglic tendría que haber ganado!", grita a los periodistas que miran hacia la casa de Pogacar.
"Lloré la pasada noche cuando vi lo que le hicieron. Tengo miedo ahora de que ponga fin a su carrera", apunta al hablar de Roglic.
Cuando terminó la etapa del domingo, las botellas de champán se descorchaban en Komenda. Algunos encendieron bengalas, mientras la multitud cantaba el himno nacional esloveno, al mismo tiempo que sonaba en París.
Una bandera amarilla acompaña a la bandera nacional de Eslovenia, en el Palacio Presidencial en la capital, Liubliana.
Día histórico
El presidente esloveno, Borut Pahor, que asistió a la última etapa del Tour en los Campos Elíseos de París, hizo que el sábado se pusiera una bandera amarilla en su edificio oficial.
La 'fiebre amarilla' invade a la prensa eslovena. La agencia de prensa nacional habló de "día histórico" para el ciclismo del país, mientras que el diario Dnevnik destacó cómo Pogacar y Roglic habían dejado huella en los medios extranjeros.
Por otra parte, el diario Delo estimó que el cambio de líder del sábado fue una sorpresa pero merecida.
"La carrera terminó como debía, con un duelo ganado por el mejor ciclista ese día. Él (Pogacar) se dirige a una carrera brillante, pero Roglic no ha dicho su última palabra", escribió la periodista Miha Hocevar en la web del periódico. (D)