Tres victorias en los cinco partidos que se han jugado en los dos últimos años sirvieron de aviso para el equipo de Zinedine Zidane, que dominó los primeros 45 minutos pero volvió a faltarle el remate final.
El lance estuvo muy vivo para ser el primero para los blancos y el segundo para los donostiarras, hubo ocasiones claras para haber desequilibrado el marcador a favor de los locales, con Alex Isak y Barrenetxea, y también para los madridistas, en botas de Karim Benzema y Toni Kroos que se encontraron con la oposición de un excelente Remiro.
David Silva, en el segundo tiempo, regresó diez años después a LaLiga aunque acusó la falta de ritmo y Zidane cambió medio ataque en el minuto 69 para ir a por la victoria, pero la Real se defendió con orden en defensa de un punto valioso que ambos parecieron dar por bueno.