Es de todos conocido que la WWE está apostando fuertemente por Roman Reigns para tomar la batuta de John Cena y ser el siguiente estandarte de la empresa. Sin embargo, el publico es el que hace y deshace a los ídolos, y en el caso de Reigns su veredicto ha sido negativo. La WWE ha estado tratando por todos los medios de hacer que el publico acepte a Reigns, pero desde el Royal Rumble ha sido claro que la afición no lo quiere ver de héroe (rol que el público ha reservado para Daniel Bryan).
Incluso el ángulo de robarle el campeonato a Reigns no ha logrado que la afición le permita convertirse en el ídolo que la WWE quiere. Además, el propio público le ha mostrado el camino a Reigns para convertirse en una autentica estrella de la WWE: el antihéroe.
Stone Cold Steve Austin y Roman Reigns en el Panel de “WWE 2K15” / Twitter.com/RaiSantha
Esta situación es muy similar a la que se vivió en los noventas con Bret Hart y Steve Austin. La WWE estaba tratando de mantener a Austin como un villano, pero era claro que la afición quería mas de este luchador. En lugar de odiarlo, el publico que se le entregó, y en aquella época, la WWE encontró en Austin a una superestrella capaz de ayudarles a ganar los ratings que tanto necesitaban.
Si el negocio de la lucha libre es cíclico, entonces la WWE está frente a una nueva oportunidad de crear un nuevo ídolo de la lucha libre mediante la voz de su público: Roman Reigns, el antihéroe.
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