Ante los datos confortantes sobre el descenso de los contagios por coronavirus en el país, la cúpula directiva del fútbol italiano confía en recibir el visto bueno del Gobierno para reanudar la competición, a puerta cerrada, a partir del próximo 14 de junio y terminar el año futbolístico a principios de agosto.
Era el 9 de marzo cuando el avanzar de la pandemia del coronavirus obligaba a interrumpir la Serie A, con Juventus Turín que lideraba la clasificación con un punto de ventaja sobre el Lazio, segundo, y nueve sobre el Inter de Milán, tercero.
En estos dos meses y medio de parón forzado, la FIGC se mantuvo firme en la voluntad de encontrar una forma para terminar la temporada y evitar disparar unas pérdidas ya millonarias. Tras una larga serie de negociaciones y polémicas, este jueves conocerá el veredicto del Gobierno.
Así lo prometía la semana pasada el ministro de Deportes Spadafora: "Convoqué el 28 de mayo a (el presidente de la FIGC, Gabriele) Gravina y a (el presidente de la Serie A, Paolo) Dal Pino para decidir una fecha segura para reanudar la Serie A".
El ministro de Deportes, que destacó en las últimas semanas la necesidad de actuar con cautela para tener clara la evolución de la curva de contagios, estudió el protocolo sanitario de la FIGC y comunicará este jueves su decisión.
El protocolo está formado por 39 páginas, en las que la FIGC explica cómo garantizaría la seguridad de los deportistas y de los demás trabajadores durante la competición.
Entre los varios puntos, se prevé que en un partido de fútbol se admitirá a un máximo de 300 personas, todas mayores de edad. Los futbolistas que juegan en casa deberán acudir al estadio a bordo de coches privados, mientras que el equipo visitante lo hará dividido en varios autobuses, para garantizar las distancias de seguridad.
También está previsto que, si la instalación deportiva lo permite, los equipos usen dos vestuarios distintos para limitar aún más el riesgo de contagios.
De momento, los clubes de la Serie A llevan poco más de una semana entrenando en grupo en sus centros deportivos, después de que el 4 de mayo comenzaran las sesiones individuales y voluntarias.
La FIGC, que aplazó del 30 de junio al 31 de agosto el plazo para cerrar la temporada 2019-2020, confía en tener tiempo para organizar, además de las doce jornadas ligueras que quedan, también las semifinales y la final de la Copa Italia.
La competición copera fue interrumpida cuando se habían disputado las idas de las dos semifinales, con el Juventus Turín que empató 1-1 contra el Milan, en San Siro, y el Nápoles que ganó 1-0 contra el Inter de Milán, también en el estadio milanés.