¿Un juego de Liguilla entre el primero y el octavo que lo juegan Pumas y Veracruz y donde el que llega en último tiene toda la ilusión de trascender?
Ya ha pasado, solo que 11 años después los lugares están invertidos.
Veracruz y Pumas solo han acabado de líderes una vez en la historia de los torneos cortos y en ambas oportunidades les ha tocado enfrentarse. Y casualmente fue en ese Apertura 2004, cuando Universidad calificó de último (noveno) y los Tiburones Rojos de primero, cuando el conjunto capitalino alcanzó su más grande leyenda hasta ahora: el bicampeonato.
La maldición del ‘superlíder’ esa en que el equipo que entra primero a la Liguilla es eliminado por el último acreditado apareció esa campaña, con estos dos equipos como protagonistas. Entonces Veracruz ahora es un creyente de que las ‘sorpresas’ y las ‘injusticias’ ocurren.
Y esta vez esperan estar del lado del ‘aprovechado’.
Pero más allá de las eventualidades y travesuras del futbol mexicano, el equipo ‘jarocho’ tiene razones para creer que puede vencer al club universitario que se ha llevado de calle la temporada regular. Y los que no lo crean tendrán que vérselas Carlos Reinoso.
Pumas tiene 37 puntos y 38 goles anotados, mientras los Tiburones Rojos tienen 27 y es el único que avanzó a la Liguilla con diferencia de goles negativa (-4). El panorama tiene sus similitudes con el Apertura 2004, solo que en esa ocasión los ‘escualos’ lideraron la temporada regular con 35 unidades, mientras que el capitalino entró con 23 puntos.
Pumas estuvo para apadrinar el único liderato de Veracruz y justo ahora el ‘Tibu’ le devolverá el favor con gran motivación y con un pequeño rastro de revancha.