“Siempre voy a querer estar ligado al fútbol, quiero seguir creciendo en todo sentido. Tengo un objetivo y un deseo de ser entrenador el día de mañana, soy recibido, pero tengo otras opciones que vengo analizando”, apuntó Cáceres en contacto con medios radiales.
A lo que agregó que el club Olimpia ya le dio su parecer de lo que podría realizar tras su retiro. “La intención de la directiva es que cuando deje el fútbol como jugador pueda quedarme en el club, no he decidido que cargo podría ocupar, tendría que ver en que ligar me quedaría”, dijo Cáceres.
Sobre lo que es el día a día con esto de la cuarentena, Cáceres comentó que aprovecha para estar más con la familia, en una situación especial, nunca antes vivida. “Es todo muy raro entrenar en forma individual, estoy con mi hijo tratando de movernos, todos los días estamos recibiendo los trabajos que tenemos que realizar, no hay domingo; venimos trabajando con la ilusión que todos podamos unirnos”, recalcó el defensor franjeado.
OTRA FACETA. Cáceres con su rol de líder tanto en Olimpia como en varios clubes que jugó, no está alejado a lo que viven los jugadores de los equipos más pequeños de la Primera División, en especial los de General Díaz.
“Los futbolistas grandes que estamos hablando en la agremiación (FAP), es tratar de buscar la solución a estos temas, nosotros podemos ayudarles pero no va a ser la misma solución. Trataremos que nuestro fútbol crezca, pero también queremos que los futbolistas no pasen necesidad”, destacó Cáceres que está apoyando fuertemente a los Futbolistas Agremiados del Paraguay.
El central eso sí, aseguró que no estaría dispuesto a agarrar la presidencia del gremio, pero que siempre seguirá de cerca el apoyo y criticó que se le da poca relevancia a la FAP en el día a día. “Cuando los jugadores estamos bien no le damos importancia a la agremiación, solo nos acordamos cuando estamos necesitados”, dijo enérgicamente Cáceres, en un rol de líder sindical que podría tomar con mayor fuerza tras su retiro de las canchas.