“Sólo quiero pedir respeto hacia él por haber jugado el partido a pesar de como se encontraba físicamente. Estaba muy lejos de su mejor forma por las molestias”, comentó 'Nole' tras el partido.
Su rival en la final será el ganador del duelo de este viernes, entre el austriaco Dominic Thiem, verdugo de Rafael Nadal, y el alemán Alexander Zverev.
No pudo vengarse el maestro de Basilea de la dura derrota que sufrió en la final de la pasada edición de Wimbledon cuando acabó perdiendo tras disponer dos bolas de partido con su servicio en el quinto y definitivo set.
Dos horas y veinte minutos le bastaron al de Belgrado para adjudicarse el quincuagésimo episodio de una de las rivalidades más famosas de la historia del tenis y doblegar a un Federer que llegó aquejado con molestias en el muslo izquierdo.
Atípico fue el comienzo cuando tres roturas se sucedieron tras el juego inicial de un Federer que se escapó por 5-2 y 30-0 a favor en la primera manga.
Sin embargo, el de Belgrado silenció las intensas muestras de cariño desde la grada hacia el suizo para robar un servicio en blanco cuando el destino del primer asalto estaba visto para sentencia.
Federerno respondió en un desempate que Djokovic se adjudicó por un incontestable 7-1 para acercarse más de cerca a la gran final.
El servicio de Djokovic que había sido su principal arma, como el propio jugador admitió en su pasada rueda de prensa, bajó su eficacia durante el primer parcial pero recuperó su esplendor con el marcador a su favor.
El suizo, por su parte, no se despegó en el resultado a pesar de que sus dificultades para cerrar el servicio aumentaban tras conceder hasta tres puntos de rotura en sus juegos al saque.
Volvió a actuar en el momento más oportuno para firmar un 6-4 que acabaría ahogando a un Federer que fue decreciendo a lo largo del partido como consecuencia tanto de la calidad del rival como de su incapacidad por reaccionar físicamente.
Luchó hasta el final pero el serbio se apuntó, del mismo modo que el set anterior, el parcial definitivo por 6-3.
Tras su victoria, el de Belgrado se acercó a tan sólo una respecto las 27 finales de Grand Slam disputadas por el español y número uno Rafael Nadal, en una lista liderada por el propio Federer con 31 jugadas a lo largo de su carrera.
El serbio tuvo que vencer hasta su camino a la final al alemán Jan-Lennard Struff, los japoneses Tatsuma Ito y Yoshihito Nishioka, el argentino Diego Schwartzman (14), el canadiense Milos Raonic y Federer.